Hace unos meses era una frase que se aplicaba a Peña Nieto y sus secuaces: no entienden que no entienden. La misma frase se aplica en estos días, pero al ámbito electoral: no entienden que no entienden por qué, encuesta tras encuesta, López Obrador continúa creciendo y los candidatos del ‘PRIAN’ simplemente no entran en competencia. No entienden qué sentimiento impulsa el boost de AMLO que, ahora sí, es indestructible.

 

En términos millennial, López Obrador es el tren del ‘mame’: la tendencia viral a la que todo mundo quiere subirse.

 

Tomando como base las últimas encuestas electorales, aquí algunas cifras mareantes del nivel al que podría llegar la victoria del tabasqueño.

 

De acuerdo con el INE, el padrón electoral llegó a 89 millones de potenciales electores. Si se cumple el último cálculo que prevé un 70% de participación, es decir, irán a las urnas 7 de cada 10 mexicanos, significa que votarán alrededor de 62 millones de mexicanos, 12 más que en la anterior elección presidencial.

 

Descontando los votos nulos o por candidatos no registrados, que en cada elección es de alrededor de 3% —1 millón 800 mil votos— significa que nos quedan 60 millones de votos a repartir entre los cuatro candidatos presidenciales: López Obrador, Meade, Anaya y ‘El Bronco’.

 

Hagamos los cálculos de asignación de voto con base en la última encuesta de El Financiero:

 

‘El Bronco’, con su 4% de intención, se llevaría 2 millones 400 mil votos.

 

José Antonio Meade del PRI-PVEM-Panal, con sus 22% de intención, tendría poco más de 13 millones de sufragios.

 

Ricardo ‘Anayín Canallín’ del Frente PAN-PRD-MC con su 24% de intención, obtendría casi 14.5 millones de votos.

 

Si las matemáticas no se equivocan, estos tres candidatos suman exactamente el 50% de la votación efectiva, 30 millones de sufragios.

 

Y otra vez, si las matemáticas no se equivocan, el otro 50% restante es para López Obrador, quien se convertiría en presidente con 30 millones de votos.

 

¡30 millones de votos!

 

Solamente para ponerlo en perspectiva, en 2012 Peña Nieto ganó con 19.1 millones de votos. El tabasqueño ganaría con 11 millones de apoyos extras.

 

¿De dónde saldrán esos 30 millones de votantes por AMLO, si hace seis años apenas tuvo 15 y hace doce sólo 13 millones?

 

De confirmarse esta tendencia, el impacto en Puebla también es claro, pues con un padrón electoral de 4.5 millones de electores, significa que alrededor de 3 millones 100 mil poblanos irán a votar, y si descontamos los votos nulos, quedan 3 millones para repartir.

 

Con el mismo ejercicio, López Obrador recibiría alrededor de un millón y medio de votos. Si se mantiene la brecha de voto diferenciado, Barbosa recibiría 1 millón 50 mil votos sin siquiera sudar y pese a todos sus escándalos.

 

 

¿Está preparado el morenovallismo para alcanzar el millón 100 mil votos —los mismos con los que ganó en 2010— o superar esa meta para llegar al millón 200 mil votos?

 

La elección en Puebla sigue en el aire.