Querido Luis Miguel.

 

Te escucho, te veo, muy enojado.

 

Serénate, diría tu patrón en turno, López Obrador. Digo en turno porque en los últimos 20 años tu carrera política se ha caracterizado por un desfile de jefes a los que primero juras lealtad y luego acuchillas.

 

Entiendo las razones de tu enojo. La campaña electoral no salió como pensabas, y de acuerdo con todas las encuestas, el impulso de López Obrador no parece suficiente para llevarte a la gubernatura.

 

Cerca de la derrota, has comenzado el reparto de culpas anticipadas, y uno de tus blancos favoritos son los medios de comunicación. Tu verbalización se esfuerza en decir que se trata de “dos o tres” y que el resto es buena prensa, pero tu escena con Juan Carlos Valerio en su noticiero matutino reveló que a todos los periodistas nos ves igual.

 

No sé qué tanta culpa tengamos esos “dos o tres medios” en que la brecha de voto diferenciado sea tan alta entre López Obrador y tú. Mientras que a él lo quiere presidente el 60 por ciento de los poblanos, a ti sólo el 35 por ciento te quiere de gobernador.

 

Sería mejor aceptar que no hiciste bien tu tarea de convencimiento, que no pusiste orden en tu vida patrimonial, que no pudiste prever los escándalos que se avecinaban al hurgar en tu vida.

 

Culparnos a nosotros, dos o tres medios, creo que es darnos mucha importancia. No fue así, pero puedes seguirlo diciendo. Eso significa que esos “dos o tres periódicos impresos” arruinamos tu campaña. No tenía esa sensación de poder o influencia, pero gracias, muchas gracias.

 

En el fondo creo que, desde las alturas que viviste en el Senado, a los periodistas poblanos siempre nos calificaste de aldeanos. Qué ironía: tú que te creías con derecho de picaporte y ‘piquete de panza’ con don Juan Carlos Ealy, con Pancho González, que presumiste la amistad con ellos, fue de El Universal y Milenio donde vinieron los peores golpes a tu campaña.

 

Fue El Universal el medio que dio a conocer que ocultaste propiedades de tu 3de3, que le compraste una casa al ex presidente De La Madrid, que ocultaste ‘terrenitos’ en La Vista Tehuacán, y que en conjunto tus bienes sumaban 44 millones de pesos, más de lo que ingresaste en ese periodo.

 

También en El Universal se publicaron las obras que el gobierno federal le dio a tu hermano por montos millonarios, un hermano constructor que tuvo una súbita prosperidad cuando ejerciste de senador, estuviste adherido al Pacto por México y votaste afirmativamente las reformas estructurales propuestas por Peña Nieto.

 

En Milenio, donde eras colaborador, entrevistaron a los ediles de Cuetzalan y Huaquechula, quienes te acusaron de cobrarles ‘moches’ y ejecutar obras con sobreprecios de los recursos que bajabas a Puebla como senador de la República.

 

¿No que muy amigo de los dueños de El Universal y Milenio?

 

¿Qué se fizo la amistad?

 

No olvides que El Financiero probó que mentiste toda tu carrera profesional, pues nunca te titulaste de la licenciatura en Derecho. Eres abogado sin título, como decía mi querido maestro Juan Tejeda.

 

¿Por qué tu obsesión es con los medios locales de comunicación, a quienes crees amenazarnos con una Ley de Propaganda Gubernamental?

 

¿De verdad crees que eso nos da miedo?

 

‘N´ombre’, al contrario. En el caso lejano que llegaras a la gubernatura, ojalá cumplieras tu palabra. Una ley de ese tipo beneficiará a los medios con una audiencia consolidada como CAMBIO, e impulsará un periodismo crítico, no acomodaticio con el gobernador en turno.

 

Venga. Si ganas, todos los días te recordaré tu promesa hasta que la cumplas.

 

No pienso llamarte “miseria humana” o insultarte. Sería rebajarme a ese nivel. Yo soy periodista, no combato contra ti en las urnas. Me puedes llamar sociópata mil veces, pero atacarme a mí no te dará ni un voto. Estrategia equivocada.

 

Lo digo directamente: creo en el proyecto de López Obrador, pero no creo que merezcas ser gobernador de Puebla.

 

Has desperdiciado 60 días para convencerme. A mí, y a otros miles de poblanos.

 

En el último día, en vez de darnos razones de votos, decidiste embestir a los medios, como si eso te diera los votos que te faltan para alcanzar a Martha Erika Alonso.

 

El 2 de julio nos acomodaremos a la nueva realidad: serás gobernador o perdedor.

 

Y como gobernador o perdedor, CAMBIO continuará su ejercicio de periodismo crítico que consiste en escrutar todo lo escrutable de alguien que pretende manejar miles de millones del presupuesto.

 

Y a mis ojos, simplemente no pasaste ese escrutinio.

 

Claro, como perdedor habrá menos que escrutarte.

 

Se despide tu amigo fiel.

 

A.R.