Viernes, 26 de Abril del 2024
Jueves, 05 Julio 2018 03:19

Barbosa se bebió en un solo día su resistencia civil

Los hechos en el Hotel MM fueron un error estratégico de los barbosistas por muchas razones. La violencia agotó los márgenes de resistencia civil que debían durar meses, hasta diciembre próximo, y le dieron al morenovallismo una nueva narrativa: la barbarie de Morena. Y todavía es peor, porque Armenta, José Juan y compañía no lograron probar que fuera una ‘mapachera’, lo encontrado en el hotel los dejó en ridículo


 

Desde las oficinas centrales del INE el caso Puebla se mira con horror. Es el ‘negrito en el arroz’ de la organización perfecta de los comicios presidenciales más complejos en la historia del país, concurrentes además con decenas de procesos locales y nueve gubernaturas, y que Lorenzo Córdova Vianello está a punto de sacar con nota perfecta.

 

Ese ‘pero’ es la negativa de Luis Miguel Barbosa a aceptar el resultado y la deriva en violencia poselectoral que se vivió en el Hotel MM cuando los aliados del candidato, encabezados por José Juan Espinosa, Gabriel Biestro y Alejandro Armenta, dejaron imágenes que los perseguirán para siempre en su carrera política.

 

Un día después de la violencia, como casi siempre ocurre, llega la cruda, pues en el frenesí nunca pensaron dejar tantas huellas en video, pero ya en frío la mayoría de ellos captan el costo político, entre ellos Armenta, que declara concentrarse mejor en su llegada al Senado.

 

Todos excepto José Juan —que ya no es activo y es solamente tóxico— y el propio candidato, que ante las cámaras de Imagen Televisión dice que los hechos ocurridos en el Hotel MM son “actos de dignidad del pueblo” y no violencia. “¿Qué querían, que aplaudiéramos?”, dice el candidato Barbosa, que envió a su infantería pero evitó hacer acto de presencia.

 

La violencia, lo sabe cualquier teórico medianamente informado de la política, es el recurso más efectivo, pero que implica un gran desgaste del combustible denominado legitimidad. El gobierno de Moreno Valle fue uno antes de Chalchihuapan y otro después, como el sistema priista fue uno antes de 1968 y otro después.

 

Los hechos en el Hotel MM fueron un error estratégico de los barbosistas por muchas razones. La violencia agotó los márgenes de resistencia civil que debían durar meses, hasta diciembre próximo, y le dieron al morenovallismo una nueva narrativa: la barbarie de Morena.

 

Y todavía es peor, porque Armenta, José Juan y compañía no lograron probar que fuera una ‘mapachera’, lo encontrado en el hotel los dejó en ridículo. La PGR liberó a los 62 panistas detenidos sin presentarlos ante el juez. Es decir, no encontró elementos para judicializar. Ahora, además de violentos, son mentirosos.

 

Los barbosistas perdieron la batalla de la opinión pública. Y se ve difícil que ganen la batalla jurídica inmediata, por lo que todo indica que el domingo Martha Erika recibirá su constancia de mayoría. De ahí sobrevendrán los esfuerzos para que la elección se anule, pero eso ocurrirá hasta diciembre, poco antes de la toma de protesta cuando el TEPJF resuelva.

 

Para mantener la resistencia civil durante estas semanas o meses necesitaban que fuera pacífica, además de verosímil. Ahora no tienen ni una ni otra, porque con su acelere, todos han quedado como violentos y mentirosos.

 

Como hay pocos elementos, Lorenzo Córdova quiere que el resultado de Puebla se cierre para poder culminar su escenario dorado: una elección presidencial concurrente con nueve estatales sin impugnaciones ni actos de violencia. Al consejero presidente le molestó mucho que Barbosa acatara el conteo rápido del Comité Asesor, e incluso ordenó la publicación de una gráfica que demuestra el comportamiento estable del PREP para demostrar que hicieron bien las cosas. Ambos instrumentos compaginan.

 

Por ello, el consejero presidente del INE afirmó “sería muy lamentable que el proceso electoral se empañara por la irresponsabilidad de los actores políticos por un asunto de una elección local… Los cauces legales están dados para que cualquier inconformidad se procese. Las reglas son claras y existen las autoridades ministeriales para que en caso de que se constate la realización de un delito, éste se sancione".

 

El enojo del consejero presidente del INE es el único frente que tiene el senador con licencia, quien conserva el apoyo de Yeidckol, pero conforme avancen los primeros días de la presidencia electa de López Obrador se volverá más y más incómodo el caso Puebla. AMLO dijo lo mismo: que resuelvan las autoridades electorales.

 

Los barbosistas equivocaron la estrategia y los desatinos de personas como José Juan irán alejando a los más centrados como Fernando Manzanilla, quien, por ejemplo, desapareció del MM cuando vio las ‘salvajadas’ que se estaban cometiendo.

 

Ahora se avecina la resistencia de Barbosa, pero el daño está hecho. Recurrir a la violencia lo alejó del electorado centrista y ahora se quedó solamente con los radicales que, previsiblemente, volverán a caer seducidos por el recurso a la violencia.

 

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