Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 17 Julio 2018 02:42

¿Hasta dónde llegarás, Rivera Pacheco?

¿Hasta dónde llegarás, Rivera Pacheco? Escrito Por :   Arturo Rueda

La lista de propagandistas del fraude es amplia. Comenzando por el candidato de Morena a la gubernatura y su corte, dos o tres líderes trasnochados de membretes como el Movimiento Estatal Antirreeleccionista, varios medios de comunicación como La Jornada de Oriente, el portal e-consulta (que le vendió a Barbosa el servicio de manejo de redes sociales) y claro, su encuestador de cabecera: Rodolfo Rivera Pacheco


 

Los propagandistas del fraude electoral en Puebla hacen horas extras para convencer a más y más poblanos de que el domingo 1 de julio la voluntad popular fue robada. El sentimiento de frustración los domina, pues ya sentían muy de cerca los beneficios de haber acompañado el proyecto de Luis Miguel Barbosa. Muchos de ellos, personajes antes respetables, ahora mienten groseramente para engatusar incautos.

 

Todos estos propagandistas tienen intereses poderosos para alentar la historia del fraude, pues sin duda serían beneficiarios de una eventual llegada de Barbosa al poder. Ese es su aliciente y no sus convicciones supuestamente democráticas.

 

La lista de propagandistas del fraude es amplia. Comenzando por el candidato de Morena a la gubernatura y su corte, dos o tres líderes trasnochados de membretes como el Movimiento Estatal Antirreeleccionista, varios medios de comunicación como La Jornada de Oriente, el portal e-consulta (que le vendió a Barbosa el servicio de manejo de redes sociales) y claro, su encuestador de cabecera: Rodolfo Rivera Pacheco.

 

A lo largo del proceso electoral Rivera Pacheco fue el proveedor oficial de encuestas para Morena en Puebla, lo cual no tiene nada de ilegal ni censurable. El BEAP, como cualquier empresa, tiene libertad para contratarse con aquel que decida y pueda pagar sus servicios.

 

Tampoco pienso criticar esos servicios. En la última década el BEAP de Rodolfo Rivera Pacheco ha tenido tanto errores ostensibles como aciertos, lo que más o menos le pasa a cualquier encuestador promedio. Su trabajo era calificado como profesional y sus desaciertos como las cosas que les ocurren a todos los que quieren medir la opinión pública.

 

La teoría del fraude electoral, sin embargo, comienza y termina con el BEAP: fue la primera encuestadora en crear artificialmente la percepción del triunfo de Luis Miguel Barbosa cuando Rivera Pacheco salió a cantar los resultados de su encuesta de salida poco después de las 6:00 pm, aunque esos resultados tenían horas que circulaban de un personaje a otro mediante WhatsApp, desde las 2:00 pm.

 

De acuerdo con la encuesta de salida del BEAP, el candidato de Morena había ganado la gubernatura con 10 puntos de ventaja sobre Alonso Hidalgo: 33 vs 43. Luego vinieron Mercaei y Meba que daban ventaja a Martha Erika en rango de empate técnico, y Consulta Mitofsky en Televisa que primero dio un to close to call y finalmente se adhirió a la versión de que Barbosa ganaba por un margen cercano a los 10 puntos.

 

En un lapso de cuatro horas Barbosa, Rivera Pacheco, José Juan, Biestro y compañía se sentían ganadores, hasta que el conteo rápido del INE le dio ventaja a Martha Erika por 2.1 por ciento y el funcionamiento del PREP, lento y desesperante, abrió el rango a cuatro puntos. El martes por la mañana Roy Campos aceptó con Loret de Mola que su encuesta de salida “se había equivocado”.

 

Rivera Pacheco desde entonces no digiere que se equivocó, si pensamos que lo hizo de buena fe y no para crear una percepción artificial de aquél que no tenía el triunfo, pero ya había armado la narrativa del fraude tres semanas previo a los comicios.

 

De acuerdo con los resultados oficiales, la encuesta de salida del BEAP se equivocó por 14 puntos en la elección de la gubernatura y en la municipal sólo ocho, pues le había dado 20 de ventaja a Claudia Rivera sobre Lalo y la diferencia según el cómputo fue de 12 puntos.

 

 

En vez de reconocer su error, el encuestador se fugó hacia adelante. Acusó a Roy Campos en entrevista con NG noticias de venderse para reconocer el error de Consulta Mitofsky a cambio de todas las encuestas del sexenio.

 

 

Ayer escribió un artículo en el portal Status que avergonzaría a cualquier encuestador por la sarta de mentiras, datos imprecisos y sinsentidos que abonan a la propaganda del fraude. Entre ellas destacó una: la falsa diferencia de 500 mil votos entre la elección presidencial y la de gobernador.

 

Así lo escribió: “todos nos preguntamos cómo es posible que medio millón de la totalidad de los electores sí haya votado para cargos federales y otros locales, pero medio millón menos no lo haya hecho para Gobernador del Estado. O sea, esas personas recibieron seis boletas electorales, votaron para todo… pero se guardaron la boleta para Gobernador o ¿qué demonios hicieron? ¿la tiraron? ¿se la guardaron? ¿se la comieron?”

 

Esta mentira es grosera para quien presume ser el mejor encuestador de Puebla, que nunca se equivoca. La afirmación es FALSA porque los cómputos finales demuestran que en ambas elecciones hubo tres millones de votos. No se perdió nada.

 

La falta de espacio me impide comentar más mentiras del artículo “¿Hasta dónde llegarán?

 

Lo que me hace preguntarle a Rodolfo Rivera Pacheco: ¿Hasta dónde llegarás con la propaganda del fraude con tal de no aceptar que te equivocaste en tu encuesta de salida?

 

 

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