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Viernes, 20 Julio 2018 02:49

Abdala y el fideicomiso del 19-S

Abdala y el fideicomiso del 19-S Escrito Por :   Arturo Rueda

Puedo decirlo así: me tocó atestiguar —fortuitamente— el trabajo de Abdala para censar damnificados en la zona de la Mixteca. Incluso hay una fotografía del saludo entre Albizuri y el morenista que el fotorreportero de CAMBIO, Miguel Huerta, captó a las afueras de la comunidad de Miltepec, municipio de Jolalpan


 

Dice el diputado federal Rodrigo Abdala, próximo procónsul del gobierno federal en Puebla, que el dinero que retiró del fideicomiso de Morena para damnificados del terremoto del 19-S sí fue entregado a esos destinatarios y no fue dirigido a actividades partidistas, todo referente al escándalo que azota a López Obrador en su semana tres después de haber sido electo como presidente.

 

A este respecto, el columnista pide a sus lectores hacer un poco de memoria que quizá ayude a esclarecer el papel de Abdala en la trama. Tres días después del sismo, en los recorridos de CAMBIO en la mayor zona de desastre cuando nadie se acercaba ahí ni por accidente —los municipios de la Mixteca alejados de la mano de Dios y del gobierno— nos encontramos sólo a tres personajes peinando las comunidades: Gerardo Islas, Xabier Albizuri y… Rodrigo Abdala.

 

Específicamente, siguiendo al equipo del entonces subsecretario Albizuri que recorría a toda velocidad las comunidades lejanas del municipio de Jolalpan, encontramos al diputado federal de Morena que ya levantaba su propio censo de damnificados. Ese censo, según cuenta el próximo procónsul, fue la base sobre la que entregó los apoyos en efectivo después de retirarlos en cheques de caja.

 

Puedo decirlo así: me tocó atestiguar —fortuitamente— el trabajo de Abdala para censar damnificados en la zona de la Mixteca. Incluso hay una fotografía del saludo entre Albizuri y el morenista que el fotorreportero de CAMBIO, Miguel Huerta, captó a las afueras de la comunidad de Miltepec, municipio de Jolalpan.

 

Por supuesto, entre la acción humanitaria de entregar el apoyo de 2 mil 400 pesos a 600 familias y la compra de votos hay una delgada línea. Es un acto humanitario, sí, pero también un mecanismo para generar lealtades políticas hacia Morena. No es estrictamente una compra de voto, pero puede parecerlo si el mensaje es que el apoyo se los enviaba el “licenciado López Obrador”.

 

 

La aclaración es pertinente porque Abdala se va a encontrar en el ‘ojo del huracán’ por el escándalo que afecta a Morena y a funcionarios prominentes del gobierno federal como Julio Scherer Ibarra, llamado a ser consejero jurídico de Presidencia, o a otras figuras relevantes como Jesusa Rodríguez o los escritores Poniatowska o Taibo II.

 

Como el caso del fideicomiso los iguala con ‘Amigos de Fox’, ‘Pemexgate’ o Monex, para López Obrador es una prioridad que el asunto se resuelva a satisfacción en el TEPJF. Otros temas como Puebla, que podían ser prioridad hace un par de semanas, dejaron de serlo con el resolutivo del INE que los condenó a una multa de 197 millones de pesos.

 

Sirva esto para constatar que, por lo menos en la parte de la entrega de los recursos, no habría nada condenable contra Abdala. Otra cosa es el mecanismo de captación del dinero, pues el INE hace parecer todo como una forma de lavado de dinero.

 

*** Maldito despecho. Si la intención de Gabriel Biestro era exhibir a Claudia Rivera Vivanco como traidora al movimiento que lucha contra el “fraude electoral”, su ridículo fue absoluto. No hubo en Puebla nadie que le diera la razón al dirigente estatal de Morena —manejado por su titiritero Barbosa—, pues la reacción en redes sociales fue unánime: la presidenta electa se debe a los poblanos y no a los caprichos de un grupo político.

 

Pero peor le fue al dueño de su correa, Luis Miguel Barbosa, quien afanosamente buscó a Yeidckol Polevnsky para que la dirección nacional de Morena fuera la que prohibiera a la presidenta municipal electa la reunión con el gobernador en funciones. Pero lo absurdo de su petición provocó que ni siquiera le tomaran la llamada.

 

Ambos, Biestro y Barbosa, los nuevos ‘Pinky y Cerebro’ de la política aldeana. Todas las noches planean cómo conquistar el gobierno de Puebla pese a no haber ganado la elección, y sus posturas radicales cada vez caen peor en la ciudadanía poblana, y si es posible, en la dirección nacional de Morena, que comienza a perder la fe en la impugnación ante el tribunal electoral.

 

El problema es que ‘Pinky Biestro’ y ‘Cerebro Barbosa’ ya no sólo buscan deslegitimar a Martha Erika Alonso, sino generar auténticos problemas de gobernabilidad en los próximos meses, como mecanismo de presión al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

 

El despecho, ya lo dijo Shakespeare en Otelo, es el sentimiento más destructivo que anida en los seres humanos.

 

 

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