Ni yo, ni el 99 por ciento de los mexicanos sabemos ni madres de ingeniería aeronáutica o de operación aeroportuaria. En ese sentido, la consulta pública que plantea López Obrador para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) es una ‘mamarrachada’ cuya intención es trasladar al “pueblo bueno” una decisión que tiene sólo dos criterios: el punto de vista técnico y el punto de vista financiero.
Si el 99 por ciento de los mexicanos no sabemos nada de ingeniería aeronáutica, ¿cómo podría plantearnos el presidente electo a los mexicanos la continuación del NAICM, abandonar su construcción para ir por las dos pistas en Santa Lucía, o la operación de éstas con el actual y caótico Aeropuerto de la Ciudad de México? Yo no me siento capacitado para tomar tal decisión. Prefiero reconocer mi ignorancia.
Se supone que el informe técnico presentado por el próximo titular de Comunicaciones y Transportes, Jiménez Espriú, funcionaría como guía de la consulta ciudadana. Pero resultó un documento de una obviedad brutal: la decisión X tiene costos y beneficios, pero la decisión Y también tiene costos y beneficios. ¡N´mbre, un genio!
Dentro del mar de obviedades de ese informe técnico rescato algunos elementos que podrían ayudarnos a formar un criterio, si es que en verdad el futuro del NAICM dependerá de una consulta popular.
1.- Según Mitre, la consultoría aeronáutica más importante del mundo y que depende del MIT, es inviable la operación logística del actual AICM con la base militar de Santa Lucía por las interferencias entre ambos espacios aéreos que se congestionarían con distancias menores a las normas internacionales. Además, otras complicaciones logísticas son la distancia entre ambos aeropuertos.
Jiménez Espriú dijo que hay unos “chilenos” que dicen que sí se puede, pero no citó el nombre de la consultoría ni dio más argumentos, excepto que tendrían que hacerse más estudios que tardarían por lo menos cinco meses y costarían entre 150 y 200 millones de pesos.
2.- Si la operación del actual AICM con la base militar de Santa Lucía es inviable, el equipo de Peña Nieto tuvo la razón desde el principio al colocar al NAICM en Texcoco. La decisión estuvo bien tomada con criterios técnicos, pero en el aspecto financiero es un desastre.
3.- El NAICM es el barril sin fondo de dinero público. Cuando el proyecto se anunció en 2014, Videgaray afirmó que costaría 169 mil millones de pesos, incluido el mantenimiento de las pistas por 56 años. Sin embargo, los informes financieros remitidos en el dictamen dicen que el avance de la obra es apenas del 31 por ciento y ya se gastaron 285 mil millones. Apenas van en la fase 1 que contempla tres pistas y una torre de control.
4.- A este paso, el NAICM va a terminar costando al erario público más de un billón de pesos, y por mucho, será la obra más onerosa en la historia de este país.
5.- No sé desde el punto de vista técnico, pero desde el punto de vista financiero el NAICM es un desastre. Lo peor es que, según la consultoría Mitre, en verdad es la única opción.
6.- Abandonar la obra del NAICM en este momento significa perder, además de los 285 mil millones ya gastados, otros 100 mil millones en contratos ya firmados o comprometidos.
7.- No es de extrañar que López Obrador quiera trasladarnos al “pueblo bueno” la decisión final del NAICM mediante una consulta popular. Cualquier otra opción entraña riesgos jurídicos para él y sus secretarios al incurrir en una posible negligencia.
8.- Todas las opciones parecen ser malas frente al imperativo de que México necesita un nuevo aeropuerto. Si se continúa el NAICM en sus actuales términos financieros seguirá absorbiendo recursos públicos. Si se concesiona a un privado, se va a beneficiar a los 285 mil millones ya erogados en un esquema similar a los ejecutados por la mafia en el poder, por ejemplo, OHL.
9.- Apostar a unos consultores chilenos sin nombre, frente a la inviabilidad decretada por Mitre, hará que todos los días se prendan veladoras para que en el espacio aéreo concurrente, congestionado, del actual AICM y la base militar de Santa Lucía, no exista una tragedia con pérdida de vidas y resonancia internacional.
10.- Yo no sé ni madres de aeropuertos, como el 99 por ciento de los mexicanos. ¿Por qué chingaos va a tener que caer sobre nuestros hombros si el NAICM sigue siendo un barril sin fondo, o por aferrarse a Santa Lucía algún día ocurre un desastre?
- 11. López Obrador, toma tú la decisión y no la disfraces de asambleísmo del “pueblo bueno”. Para eso te elegimos presidente.