Aunque son varias las artes marciales que se basan en utilizar la fuerza de su adversario en tu beneficio, el judo es el paradigma de esa técnica cuyo objetivo es derrotar a rivales que superan tu potencia utilizando su propio impulso, es decir, sin aplicarles una fuerza abrumadora. Aplicado a la política, el recuento total ordenado por la Sala Superior tiene pinta de convertirse en una clase magistral de judo.

¿Por qué? Porque toda la presión que ha aplicado Morena —en sus instancias estatales, nacionales y hasta la voz del presidente electo— al caso Puebla, se volverá en su contra si se confirma la tendencia que lleva hasta ahora el recuento, es decir, el triunfo de Martha Erika Alonso sobre Luis Miguel Barbosa con décimas más, décimas menos, del cuatro por ciento que le otorgó el cómputo distrital del IEE.

La narrativa preparada por Barbosa —la manipulación de la paquetería electoral y la ruptura de la cadena de custodia— no va a tener ningún impacto ante la opinión pública nacional, porque precisamente el recuento total ordenado por el TEPJF será el instrumento para restaurar la legitimidad fragmentada por las denuncias de fraude y los hechos violentos que ocurrieron en la jornada electoral y días después.

Los representantes de Morena en el recuento llegaron a las 60 mesas de trabajo con una estrategia bien diseñada: no recuperar votos, sino denunciar las manipulaciones de la paquetería. Que si las boletas no se ven dobladas y parecen nuevecitas. Que la paquetería no tiene los sellos. Y todas las ‘fantasías animadas’ que les pasan por la cabeza. La estrategia es descalificar y descalificar.

Por supuesto, los magistrados electorales no atienden sus aspavientos, pues su función se limita a calificar las boletas electorales con polémica, para dar por válido o anular el sentido del voto. Quienes atienden los reclamos son los funcionarios del TEPJF en la mesa, que anotan en el acta todos los reclamos de los representantes de Morena.

Tras dos jornadas agotadoras, el cómputo total ya avanzó 40 por ciento y se han recontado 12 de los 26 distritos electorales. Y tal como se veía venir, un bando recupera unos votos, el otro bando igual, pero la tendencia de Martha Erika Alonso arriba por cuatro puntos simplemente no se modifica.

El recuento total es la ‘llave de judo’ que el morenovallismo le va a aplicar a Morena para recuperar la legitimidad de la elección. Primero porque se trata de un ejercicio inédito en la historia electoral del país. Después, porque invalida todo lo hecho en las mesas de casilla, en el PREP y los órganos del IEE en los cómputos distritales. Es un juego nuevo delante de la más alta autoridad electoral del país que, por si fuera poco, consume una gran cantidad de recursos.

Esa llave de judo permitirá al morenovallismo usar la fuerza de su enemigo, Morena, porque desde el presidente electo, la dirección nacional, el candidato Barbosa y toda la estructura en Puebla se han encargado de sobrecalentar el proceso con las acusaciones de fraude, con la negativa de AMLO a visitar la entidad hasta que se ‘limpie’ la elección, con los dichos de Yeidckol, con las desinvitaciones e incluso groserías a Martha Erika, con los berridos del candidato y, para terminar, con la actitud simiesca de Biestro y José Juan.

A ese impulso debe sumarse la Comisión aprobada en el Senado a instancia de Nancy y Armenta que contó con el aval del PAN y Moreno Valle. ¿Por qué? Porque al final toda esa fuerza de su enemigo restaurará con la misma potencia la legitimidad de Martha Erika.

¿Cómo van a reclamar fraude si ahora los votos fueron contados por funcionarios del TEPJF y supervisados por magistrados? La única salida es acusarlos de ciegos o de vendidos pues se habrían negado a ver la evidencia de la manipulación de la papelería o a distinguir las supuestas boletas falsas y “sin dobleces”. Pese a todos esos reclamos, el recuento sigue avanzando y no ha frenado.

Yeidckol sabe que se acerca el ridículo y prefirió guardarse: nada ha opinado del recuento, al igual que el representante de Morena en el IEE, Horacio Duarte. Los únicos que siguen hablando son Barbosa y los simiescos, sin entender bien el sentido correcto de la llave de judo que les están aplicando.

Porque después del sábado, cuando el TEPJF termine el conteo, no va a quedar nada de la historia del fraude ni de sus #FakeNews.