Casi al cierre de la edición, un actuario del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se apersonó en la sede del Tribunal local en la materia (TEEP) para notificar los resultados del nuevo escrutinio y cómputo ordenado por la Sala Superior y supervisado por magistrados de las salas regionales. Con base en ese nuevo cómputo, en el lapso de los siguientes nueve días, los tres magistrados electorales confirmarán la victoria de Martha Erika Alonso o darán un vuelco, lo que parece imposible.

Pase lo que pase, Luis Miguel Barbosa vive los estertores de su actividad electoral luego de confirmarse que el ex candidato de Morena a la gubernatura no fue invitado al enlace de César Yáñez y Dulce María Silva. Según trascendidos de amigos de la pareja —algunos ya publicados en columnas como la de Arturo Luna Silva— el hombre número dos de la Cuarta Transformación no puede ver ni en pintura al ex senador, quien bocabajeó no una, sino varias veces a la ahora dueña de sus quincenas.

En esa circunstancia, ¿cuál puede ser su futuro político pase lo que pase? Y es que al ex senador todo pinta para que se le aplique el apotegma “nadie sabe para quién trabaja”. Como nos enseñó Shakespeare en la tragedia Macbeth, la ambición no duerme. Si hay varios actores de Morena que están involucrados en la anulación del proceso poblano, todos lo hacen en el entendido de que Luis Miguel Barbosa no repetirá como candidato de Juntos Haremos Historia.

El primero en apuntarse es José Juan Espinosa, quien quiere ser gobernador interino para que su esposa Nancy de la Sierra supla a Barbosa, bajo el argumento de que una mujer es la mejor para enfrentar a otra mujer.

En la larga lista de tiradores también se ubica a Rodrigo Abdala, quien cobijado bajo el poderoso brazo de Andy López Beltrán, su amigo personal, estaría encantado de competir por la gubernatura a costo de dejar el proyecto de ejercer la superdelegación que recibió en compensación por perder la candidatura a la gubernatura.

Pero el tirador más fuerte es Alejandro Armenta, pues el senador se comprometió con la teoría del fraude en los primeros días del conflicto poselectoral, pero después de la violencia en el Hotel MM comenzó un alejamiento que lo llevó a iniciar su propia gira del agradecimiento. Por largo historial político, así como las poderosas relaciones que lo llevaron a la presidencia de la Comisión de Hacienda, se trata del aspirante mejor posicionado y primero en la fila para beneficiarse de la larga caminata de Barbosa.

Los estertores de Barbosa están provocados porque sus mentiras ya no aguantan la prueba de la realidad y en su fuga hacia adelante arrastró a la dirigente nacional de Morena que se subió a la peor pesadilla lisérgica pronunciada en los 90 días del conflicto poselectoral: la afirmación de que se usaron boletas falsas para alterar la voluntad popular.

Esa afirmación, en primera, tendría que tramitarse en la Fepade porque se trata de un delito grave que involucra tanto a la empresa Formas Inteligentes —que ganó la licitación del IEE y fabricó las 13 millones de boletas de la elección local— y, según José Juan Espinosa, a Magnograf de Armando Prida, según lo dijo en Juego de Troles.

Pero la peor de esa fuga hacia adelante es la nueva estrategia de atacar a los magistrados electorales del TEPJF, afirmando que son seducidos, que les cobran favores los cabilderos del PAN —lo dijo Yeidckol en la conferencia de prensa— o que serán alcanzados por el largo brazo financiero de Rafael —lo dijo José Juan en Juego de Troles—.

Los estertores no son agradables, pero luego de que el TEPJF notificó al TEEP los resultados del nuevo escrutinio y cómputo, el reloj inició su cuenta atrás para el fallo.

Tic, tac, tic, tac.

Hasta aquí se escuchan los estertores.