Miercoles, 16 de Julio del 2025
Lunes, 29 Octubre 2018 02:35

Cancelar Texcoco, el quinazo de AMLO vs la oligarquía

Cancelar Texcoco, el quinazo de AMLO vs la oligarquía Escrito Por :   Arturo Rueda

Revestida de voluntad popular con una consulta amañada, el cambio de locación de Texcoco por Santa Lucía es el castigo a una oligarquía para debilitarla mientras se cocina el nacimiento de una nueva. La estructura del poder no cambia, sólo el nombre de los beneficiarios. Eso explica que el constructor Rioobó se haya puesto al frente de las críticas contra Texcoco y haya proveído de todos los insumos informativos al nuevo gobierno.


Que nadie se engañe. En términos de real politik, la disputa sobre el nuevo aeropuerto, la ratificación o cancelación de Texcoco, solamente era un símbolo del enfrentamiento entre la oligarquía plutocrática que gobierna México desde hace 30 años contra el poder político electo el 1 de julio por 30 millones de mexicanos. A partir de hoy, sólo queda la colisión entre el poder financiero que castigará el atrevimiento de López Obrador de tocar sus intereses. En el choque, saldremos perdiendo todos los mexicanos.

 

De acuerdo con la consulta mañosa, en el que incluso se permitió el ‘ratón loco’ o ‘carrusel’ de votantes, además de otra decena de irregularidades que van de la selección de los municipios para colocar las casillas, la falta de folios y medidas de seguridad en las boletas, el anónimo del resguardo y la secrecía del cómputo, 740 mil votaron por hundir el proyecto de Texcoco y los miles de millones de pesos invertidos ahí.

 

 

El resultado de la consulta no sorprende a nadie, porque desde la campaña López Obrador había anticipado su cancelación como resultado de la grotesca corrupción alrededor del proyecto. Tres meses después de su victoria, el tabasqueño ratifica su desafío a los poderes fácticos, oligárquicos, que serían beneficiarios del aeropuerto en Texcoco, pues con información privilegiada unos habían comprado los predios alrededor, y con prebendas, otros habían conseguido lugares de privilegio para instalar restaurantes, tiendas, franquicias, taxis, sistemas de transporte y un larguísimo etcétera.

 

Al hundir Texcoco, López Obrador ejecuta su ‘quinazo’ en contra de la oligarquía sin necesidad de meter a nadie a la cárcel: es el manotazo para hacer sentir a los millonarios oligarcas que hay un nuevo amo, y que más vale cuadrarse porque no le temblarán las corvas para dar más golpes.

 

Revestida de voluntad popular con una consulta amañada, el cambio de locación de Texcoco por Santa Lucía es el castigo a una oligarquía para debilitarla mientras se cocina el nacimiento de una nueva. La estructura del poder no cambia, sólo el nombre de los beneficiarios. Eso explica que el constructor Rioobó se haya puesto al frente de las críticas contra Texcoco y haya proveído de todos los insumos informativos al nuevo gobierno, además de involucrarse en el debate público e incluso el nombre de sus empresas aparezca en las justificaciones técnicas de NavBlue en un conflicto de interés sin precedentes, y que en tiempos de Peña Nieto hubiera provocado un linchamiento mediático peor que el de la Casa Blanca.

 

López Obrador ha dado el primer golpe a la oligarquía que representan los Slim y compañía, y el que pega primero siempre pega dos veces. Pero si AMLO tiene en sus manos el mando político, la oligarquía afectada por la cancelación del NAICM tiene el mando económico a la espera de un nuevo grupo que la sustituya. Es previsible que el ‘día después’, o con el ‘error de octubre’  ocurra un terremoto económico, un castigo a la decisión de AMLO.

 

Ese terremoto económico puede ser un berrinche de 15 minutos o una decisión de confrontar a López de forma permanente, algo que no existe en la forma de ser del empresariado que siempre prefiere ser aliado de los poderosos antes que su enemigo. Pero el tamaño de las pérdidas definirá la permanencia del choque.

 

Las consecuencias del choque entre esa oligarquía vs López Obrador, o de López Obrador contra oligarquía las sufriremos todos los mexicanos. Una depreciación acelerada del peso frente al dólar le va a pegar al costo de las gasolinas, muchísimos insumos, y al mediano plazo, a las metas inflacionarias. El poder económico, no se duda, apostará por someter al poder político, acostumbrado a asociarse con ellos mafiosamente en los últimos tres años no para cogobernar, sino para someterlo a sus lógicas gananciales.

 

¿Cuánto durará el pulso? Con los resultados de la consulta en la mano revestidos con el concepto de la democracia directa que permite opinar al pueblo —aunque tal participación sea de apenas el 1 por ciento del padrón electoral— este día anunciará que no se destinará un peso más del erario a Texcoco, pero seguramente abrirá la puerta a la oligarquía a continuar la construcción con sus propios recursos privados.

 

Entonces Slim y compañía deberán decidir hasta dónde llevan su berrinche, si a un choque frontal de poder económico contra el poder político, o aceptan la oferta de poner los restantes 100 mil millones de pesos que ya no recibirá el NAICM como subsidio.

 

Como siempre, preparados para colisión.

 

 

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