El lunes pasado estuvo José Juan Espinosa agarrándose a trompadas con Marcelo García Almaguer en Juego de Troles a donde llevaron los diferendos que en tres ocasiones casi los han llevado a las manos en el Congreso local. Comparecía el diputado del bloque morenista —aunque pertenece al PT— bajo el fuego mediático del refrito de Intolerancia Diario, que juntando pedazos de reportajes previos de El Universal, CAMBIO y otros medios, descubrió que Espinosa es chorromillonario sin origen licito visible.
La primera impresión de ese debate que duró más de 70 minutos y puede verse aquí que el tal JJ disfruta su momento de estrellato político: no lo sufre ni lo agobia porque todo responde a su proyecto de convertirse en el próximo presidente municipal de Puebla capital.
Algo ha hecho bien para convertirse en la figura mediática de la Cuarta Transformación en Puebla ante un Barbosa desdibujado por la incertidumbre de la impugnación, el paso atrás de Gabriel Biestro y la desconcertante Claudia Rivera, más preocupada por los disfraces y los tenis que por el azote de la inseguridad que antier cobró la vida de dos hermanos en un asalto.
José Juan pasó de ‘empleaducho’ de tercer nivel en la SFA, a ‘Niño Naranja’, luego a adlátere del morenovallismo, y finalmente a presidente de San Pedro Cholula, que no es poco pero tampoco es mucho —¿alguien recuerda a un ex alcalde de ese municipio con influencia real?—.
¿Cómo se convirtió en la figura más importante de Morena en estos meses de vacío político? Ninguna figura de la Cuarta Transformación ha robado tanto la atención pese a tener más peso político, como Alejandro Armenta, más inteligencia —Fernando Manzanilla— o incluso más plataforma —como Claudia Rivera—.
Afrontémoslo: Espinosa es un diputado de 41. Además es uno de 22 del grupo que, en realidad, comanda Gabriel Biestro. Es presidente de la Mesa Directiva, pero nadie se acuerda quiénes eran los cinco anteriores que ocuparon esa posición por la simple y sencilla razón de que no tenían ningún poder. Y para peor, sólo coordina a cuatro diputados del PT.
En términos reales, ‘JJ’ no ha dejado de ser el ‘Niño Naranja’, como los mismos padrinos de siempre. O menos, ya que Dante Delgado lo vomita, y ayer, Ricardo Monreal les dio audiencia de 15 minutos a los diputados poblanos que fueron al Senado y luego los dejó solos con Armenta y Nancy para dar una rueda de prensa de un tema casero que no interesó en absoluto a los medios nacionales. Y por supuesto que el coordinador de Morena en la Cámara Alta lo hizo como deferencia a dos de sus senadores, pero luego se desmarcó, pero no enfrentarse forma inútil y absurda con Moreno Valle.
Lo único nuevo que tiene José Juan es una esposa senadora, la presidencia de la Comisión Inspectora y dos rivales inexpertos, ‘Gerry’ y Marcelo, que nomás no le hallan el modo de frenar su impulso.
Peor aún, con los ataques mediáticos que le han lanzado la última semana con el refrito de Intolerancia, lo único que logran es hacerle la campaña a la presidencia municipal, pues el tal José Juan tiene la exposición mediática de su vida, más que la vilipendiada Claudia Rivera Vivanco y que el sospechosamente silencioso Gabriel Biestro.
Bajo el principio de que es mejor que hablen más de uno a que nadie hable de uno, Espinosa avanza de polémica en polémica asumiendo una posición poco creíble contra el morenovallismo, pues fue parte de ese grupo y varias veces pactó con el ex gobernador. Pero que con el tiempo, la impostura puede volverse realidad, asumir la personalidad de líder opositor al morenovallismo y así construir la candidatura a la alcaldía.
Parece, sin embargo, que el tal José Juan aún no calibra el daño a su imagen, pues si bien puede ser el más conocido, tampoco le servirá mucho ese posicionamiento si está lleno de atributos negativos que se le han impregnado por todo tipo de excesos cometidos en los últimos cuatro meses. La última campaña lanzada por Intolerancia no parece dañarlo más, pero sí sirvió para que Espinosa se lanzara contra el periodista Núñez, revelando los datos de su cuantiosa riqueza.
De ‘Niño Naranja’ a figura de Morena. Si algo hizo bien José Juan fue desquiciar al morenovallismo que no sabe ni da con la tecla para lidiar con él. Es un chivo en cristalería, pero le dan trato de figura política. No saben el favor que le están haciendo.