Aunque en lo público se busca tranquilizar a todos restando importancia al caso de los spots ilegales transmitidos fuera del periodo de precampaña, la candidatura de Martha Erika Alonso fue sacudida en lo privado luego de que una fuente oficial, el vocal ejecutivo del INE Marcos Rodríguez del Castillo, confirmó que la negativa al registro es una sanción jurídica posible, y que tocará resolver a la Comisión de Prerrogativas del INE la decisión después de la investigación realizada por el IEE, pero que ésta debe ocurrir antes del 5 de marzo, fecha prevista del calendario electoral para los registros.

 

La batalla jurídica que se avecina es larga y concluirá seguramente en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a donde Morena y el PRI llevarán el caso para impugnar el registro de Alonso Hidalgo por actos anticipados de campaña, tal como adelantamos en este espacio desde la semana pasada. La violación fue grave porque generó inequidad, y aunque en el equipo jurídico de la panista sostienen que la sanción sobrevendrá sobre el partido Compromiso Por Puebla, la preocupación aumenta.

 

Además de la preocupación, en el entorno de Martha Erika también incrementa el enojo por el “error” compartido entre Ángel Trauwitz y Pepe Alarcón, veterano de mil batallas que insiste en la tesis del traspié y que no se trató de una estrategia para darle exposición adicional a la candidata. Desde ese lado, señalan, todo es síntoma del desorden que priva dada la ausencia de un coordinador de campaña que por el momento no existe.

 

Lo más que se le parece a ese coordinador de campaña es Jorge David Rosas Armijo, el personaje más cercano a la candidata, pero no quiere renunciar a sus quincenas como director del OPD Ciudad Modelo hasta que no sea imprescindible. Mientras, reparte su tiempo atendiendo unos temas de su chamba y otros de Alonso Hidalgo. Y aunque este modelo luce infuncional, el problema real es que Rosas Armijo no tiene ninguna experiencia en campañas ni en movilización electoral.

 

Uno pensaría que Rafael Moreno Valle es el cerebro de la campaña de Martha Erika Alonso, pero las evidencias van en sentido contrario: la candidata quiere a su propio equipo y no tuvo empacho en vetar a figuras tóxicas o nocivas del morenovallismo por más experiencia que tuvieran en el tema. Dos claros ejemplos son Eukid Castañón y Marcelo García Almaguer, a quienes la panista de plano les dio las gracias.

 

La versión del alejamiento de Castañón parece un bulo, pero después de platicar con cinco fuentes de alto nivel, todos coinciden que el amo de los espías chinos fue alejado de la operación electoral de la campaña. No aparece ni el war room de la gubernatura, ni en las de diputaciones ni tampoco alcaldías. Todo tiene que ver, por supuesto, con el enojo por el caso de los audios robados, pero también por el enojo del gobernador Gali con él por muchas trastadas. Lo último que se supo fue que Martha Erika le dijo: te lo agradezco, pero no.

 

En el caso del tema de medios de comunicación, Martha Erika conoció de primera mano las peticiones de muchos dueños y directivos que le pidieron no involucrar a Marcelo García por sus conflictivos antecedentes derivados de la lista negra del sexenio anterior y luego el tripack. Le ejemplificaron con la decisión de Gali de sostener a Ricardo Gutiérrez en la relación con los medios y cómo no hay heridas abiertas. Así, Alonso se apostó por sostener a Sandra Izcoa y el resto de la campaña Marcelo seguirá cazando #Fakenews desde su posición en la Agenda Digital.

 

Moreno Valle le ha concedido a Alonso Hidalgo el hecho de que es su campaña y tiene derecho a manejarla de la manera como considere mejor, así que no ha presionado por involucrar a ninguno de sus operadores que le funcionaron en el pasado. En principio, Martha Erika quería a Aguilar Chedraui como coordinador de campaña, pero éste se decidió a buscar la diputación federal. El otro mejor perfil, Luis Banck, se quedó en el Ayuntamiento a ver los toros desde la barrera.

 

El riesgo de la autonomía es la inexperiencia. Los operadores de Martha Erika no se ven curtidos y falta un mando unificado, lo que habría evitado el episodio de los spots ilegales pautados por Compromiso Por Puebla.

 

Tampoco hay mucho qué esperar de los líderes de los partidos de su megacoalición: el más maduro es Fernando Morales pero se irá a su candidatura por Ciudad Serdán. Carlos Navarro se dedicará a la campaña de su hija. Giles tendrá que demostrar que ya es figura propia. Jorge Benito Cruz también está a prueba y del dúo Trauwitz-Alarcón no quieren saber nada.

 

Una campaña no sólo la hace un candidato sino su equipo. Martha Erika no tiene experiencia y la gente que la rodea tampoco. Es la prueba de que en verdad es autónoma de Moreno Valle, pero también una potencial receta para el desastre.