Por primera vez en la campaña electoral 2018, Andrés Manuel López Obrador dijo una mentira flagrante de la que nadie tenía necesidad. Afirmó que Morena, en la batalla por la gubernatura, lleva una ventaja de más de 10 puntos sobre Martha Erika Alonso. Sin mencionar qué empresa realizó el sondeo, ni los números exactos, el tabasqueño da pie a la guerra de encuestas que él mismo perdió en 2006 y 2012.

 

Ninguno de los sondeos que conoce el columnista refieren la ventaja de los 10 puntos. Casi todos coinciden en el empate técnico entre Luis Miguel Barbosa y Alonso Hidalgo, ambos a una distancia relativa de Enrique Doger. Flaco favor le hace el tabasqueño a su candidato inflándolo de forma innecesaria. ¿Qué gana en este momento?

 

¿Qué sí dicen las encuestas? Que Morena tiene una tendencia al alza a menos de cuatro meses de los comicios, una tendencia que replica las cifras nacionales en las que mes a mes López Obrador crece un puntito o dos para situarse en la cifra mágica de los 38-40 puntos que le darían una ventaja holgada.

 

Pero aquí en Puebla el morenovallismo juega de local y en esa condición, partieron con la ventaja del posicionamiento cinco años seguidos de Martha Erika Alonso de Moreno Valle como presidenta honoraria del Sistema DIF, y luego otros dos años como secretaria general del PAN. Con semejante impulso, es evidente que la candidata del Frente iba a arrancar muy arriba, casi inalcanzable.

 

El morenovallismo calculaba arrancar como inició Gali la contienda por la alcaldía de 2013, con ventaja de casi 11 puntos sobre Enrique Agüera que pudo mantener durante toda la campaña, pues triunfó sobre el ex rector precisamente con esa cifra. En 2016, Gali empezó con 10 puntos sobre Blanca Alcalá y la priista nunca lo pudo alcanzar; el gobernador le ganó exactamente por ese porcentaje.

 

Para 2018 la concurrencia de la elección estatal con la presidencial alteró el tablero y apenas en el periodo de precampaña, la ventaja inicial de Martha Erika Alonso se diluyó y si las tendencias no se modifican en los próximos dos meses que continuará el periodo de intercampaña, la candidata arrancará unos puntos debajo de Barbosa.

 

Pero esa ventaja del candidato de Morena hoy no existe. Así de sencillo. El que hoy no exista no quiere decir que es imposible que Luis Miguel Barbosa gane por ese porcentaje en caso de que se dé un ‘tsunami lopezobradorista’ y sepulte aún a los mejores candidatos. O que la suma de partidos morenovallistas no pueda resistir ese ‘tsunami’.

 

¿Para qué entrar en este momento a una guerra de encuestas que no es sostenible en la realidad? No ayuda así a Barbosa. Sólo lo desgasta.

 

Lo que hay es incertidumbre. Y esa incertidumbre es lo que provocó la ausencia de hombres de dinero reales a la comida convocada con empresarios.

 

A excepción de Coral Castillo, Javier Pacheco Pensado y hasta Jaime Ferrer de Autotraffic, las carteras brillaron pero por su ausencia. En algunos casos se vio ‘pipitilla’ y otros de plano ni siquiera pueden catalogarse de empresarios a los asistentes, como el activista Ricardo Jiménez. Lo que sí se vio fue hasta la mafia del poder local con la presencia de Mario Montero jr, cuya cartera compró la candidatura al PES para ‘Nay’ Salvatori.

 

Tampoco es que les sobre billete, pero las caras visibles del Consejo Coordinador Empresarial se ausentaron, así como de Coparmex y las cámaras que oficialmente aglutinan a los empresarios. Lo único con lo que no se pelean todos ellos es con su cartera, y como hasta el momento no hay certidumbre de quién puede ganar la gubernatura, mejor decidieron no acudir.

 

Barbosa tiene una tendencia ascendente, mientras que Martha no prende porque no sabe interactuar mediáticamente en este periodo de intercampaña. Ya vio que darse un tiro derecho con el tabasqueño sólo la perjudicó, y hasta ahora sus escasas intervenciones mediáticas son inocuas, como la que tuvo antier con Iván Mercado para hablar de un diplomado para resolver problemáticas familiares.

 

Lo que no se vale es mentir y ahora sí López Obrador infringió uno de sus principios básicos: no miento, no robo. Como tantas veces cita Federico Arreola al dueño de Milenio: esa mentira no es verdad. O que enseñen la encuesta.