Con dos homicidios políticos a cuestas, ambos de candidatos a alcaldes por la oposición, más la inquietante postulación del hermano de un capo huachicolero por uno de los partidos que conforman la coalición morenovallista, es claro que tanto las autoridades electorales como la SGG han perdido el control del proceso electoral. ¿Quién está al frente de la nave y quién toma las decisiones políticas?

Que a Diódoro Carrasco le hayan matado a dos candidatos a ediles, uno de Morena y otro del PRI, quizá es muestra de que su ciclo al frente de la SGG se está agotando por cansancio. Pero que sus áreas de inteligencia política no hayan frenado la postulación del hermano de ‘El Toñín’ es reflejo de su falta de autoridad, pues parece que esta tolerancia a la delincuencia organizada, así como a la violencia política, tiene el objetivo de beneficiar electoralmente al morenovallismo.

Pero en este juego sucio de darle candidaturas a la delincuencia organizada nadie va a ganar y las diferencias al interior del propio grupo en el poder se están exhibiendo. Martha Erika Alonso fue una de las decenas de voces que censuraron la postulación del hermano de un capo huachicolero por parte de PSI, uno de los socios políticos de su coalición.

Pero su condena cayó en el desierto. Carlos Navarro, dueño del PSI junto con su hija Nadia, ni sufrió ni se acongojó por los dichos de su candidata, pues hasta el momento no hay noticia de que la candidatura del hermano de ‘El Toñín’ haya sido cancelada en el IEE para ser sustituido por otro candidato.

Lo malo es que a Martha Erika tampoco en el PAN le hicieron mucho caso: el albiazul no postuló candidato en Quecholac, allanando la victoria del crimen organizado en ese municipio.

En efecto: el PAN decidió no presentar una oferta electoral diferente a los ‘Toñines’ y prefirió irse en candidatura común con el PRD con un perfil bajísimo. Es decir, quien decide las candidaturas del grupo en el poder y reparte perfiles para los partidos satélites, decidió facilitar la victoria del crimen organizado del huachicol en el estratégico municipio de Quecholac, pues en la junta auxiliar de Palmarito Tochapan hay muchos terrenos que facilitan la extracción del combustible del ducto México-Minatitlán.

Yo creo en la postura de Martha Erika de que su candidatura no debe verse intoxicada por el apoyo que da el PSI al crimen organizado del huachicol. Pero a Moreno Valle esa censura le da exactamente igual, pues hace valer su autoridad y Alejandro Martínez Fuentes se queda como candidato.

¿Y qué opinará de todo esto el gobierno de Gali que hizo de la guerra del huachicol el elemento para diferenciarse de la tolerancia que tuvo el morenovallismo con estos delincuentes, y cuyas consecuencias salieron del Triángulo Rojo para instalarse en la zona de San Martín, y que derivaron en la creación de las mafias de robo de trenes, el súper incremento de robo de vehículos de carga, así como que en 2017 se haya convertido en el año más sangriento de la historia?

Precisamente, el operativo del 3 de mayo de 2017 entre militares y presuntos huachicoleros en Palmarito Tochapan se dio en una incursión para capturar a ‘El Toñín’, Antonio Martínez Fuentes. ¿Qué dirá el secretario de la Defensa Nacional, el general Cienfuegos, cuando se entere que cuatro elementos suyos murieron ahí para que ahora el hermano del capo pueda gobernar ese municipio? ¿Qué opinará del gobierno de Gali?

El peor ‘papelazo’ es para el consejero presidente del IEE, Jacinto Herrera, que se ‘lava las manos’ y dice que el órgano electoral no puede hacer nada ante la postulación del hermano del ‘Toñín’, pues no está entre sus facultades. Pero ese consejero presidente, acostumbrado a hacer el ridículo juntos con sus compañeros con los que hace mayoría siempre, tendrá que responderle a la Historia por su inacción, pasividad y tolerancia con los criminales.

En este momento todos los poblanos tendrían que unirse para impedir que el PSI, instrumento de Moreno Valle, se convierta en un partido que, sostenido con recursos públicos, en realidad es una instancia electoral del crimen organizado. Luego no se vale quejarse y llorar por la ruptura del tejido social. En 2018 todos fuimos testigos de la postulación del hermano de un capo, y los únicos que hicieron algo fueron los medios de comunicación que lo dimos a conocer.

La postura del morenovallismo es muy clara: si para ganar la gubernatura se necesita el dinero del huachicol y el apoyo del crimen organizado, bienvenidos.