Casas cuarteadas, noches en vela, vialidades bloqueadas y el descarrilamiento de los vagones es lo único que ha dejado el paso del tren de Ferrosur en la comunidad de Santa María Moyotzingo, perteneciente al municipio de San Martín Texmelucan, desde hace más de 10 años.

Lo anterior ha provocado el hartazgo de los pobladores, quienes incluso han bloqueado las vías férreas para evitar el paso del tren, con el objetivo de obligar a la empresa Ferrosur a indemnizarlos con la realización de algunas obras en la comunidad.

CAMBIO Regionales ha documentado las manifestaciones de los pobladores y los acuerdos que han firmado Ferrosur, el municipio y los afectados, sin que hasta la fecha se hayan cumplido.

Más de 200 familias afectadas

A decir de los pobladores de Santa María Moyotzingo, son aproximadamente 210 viviendas las que han resultado afectadas por el paso del tren que se dirige diariamente al Complejo Petroquímico, desde el inicio hasta el final del día.

Sondeados por este medio, los habitantes aseguran que no han podido acostumbrarse al desvelo que provocan las vibraciones y el intenso ruido del paso del tren, ni a las maniobras que realizan en dicho complejo.

Aunado a lo anterior, los pobladores pasan hasta tres horas sin poder cruzar por las vías férreas, por lo que en ocasiones tienen que escalar los vagones para llegar a su destino.

Núñez saca provecho de problemática

La molestia de los lugareños ha sido manifestada desde la administración pasada, cuando comenzaron a impedir el paso de las moles de acero propiedad de Ferrosur, debido a las afectaciones que en su momento ya había dejado el paso del tren en las viviendas de la comunidad, así como a la carencia del mantenimiento de las vías férreas.

Sin embargo, a decir de los afectados fue la administración del ex alcalde Rafael Núñez la más favorecida, pues Ferrosur le entregó en varias ocasiones miles de litros de combustible, árboles y computadoras para la secundaria de una comunidad. “Computadoras que nunca sirvieron ya que estaban obsoletas, árboles que se le quedaron al Ayuntamiento y combustible que ellos sólo saben en qué se lo gastaron”, expresó uno de los entrevistados, que habló bajo anonimato.

Las promesas no cumplidas

En el año 2016, Ferrosur se comprometió a construir una universidad, un pozo de agua, un hospital integral y rampas en la autopista México-Puebla, que se utilizarían como salidas de emergencia en caso de un siniestro.

 “Hasta el momento Ferrosur no ha cumplido con las obras que se firmaron desde 2016, las cuales fueron una universidad, un pozo de agua, un hospital de especiales para la comunidad y finalmente las rampas en la autopista México-Puebla, las cuales utilizarían como salidas de emergencia por algún percance con el tren... obra que ya fue aprobada por la SCT y Capufe, pero que no se ha realizado”, agregó otro de los entrevistados, quien pidió reservar su identidad.

Apoyo del Estado

Los afectados aseguran que la Secretaría General de Gobierno sólo ha trabajado en favor de la empresa, ya que conformó otro comité vecinal para así autorizar los trabajos en sus vías sin cumplir con las obras.

El último conflicto, acaecido el pasado 6 de septiembre, casi termina en golpes entre pobladores del verdadero comité de afectados y del creado a conveniencia. Este último fue creado por el Gobierno del Estado y el municipio para que se pudiera aprobar el mantenimiento de las vías férreas sin exigir las obras que ya estaban firmadas por parte de la empresa para beneficiar a Moyotzingo.

En este conflicto el Gobierno del Estado, representado por el delegado Humberto Baltazar, apoyó los trabajos de Ferrosur con policías estatales que portaban equipos anti motín, así como con la creación del nuevo comité. 

Cabe destacar que estos trabajos de mantenimiento se realizaron, ya que el pasado miércoles el tren se descarriló por la fractura de uno de los rieles.

Hasta el momento se desconoce si el nuevo comité de vecinos continúa solicitando a Ferrosur las obras para el municipio.