La violencia en el interior del estado no ha cesado a pesar de la llegada de la Guardia Nacional impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Este martes, un enfrentamiento entre grupos armados sobre la autopista Puebla–Orizaba, a la altura de Esperanza, dejó el saldo de seis hombres muertos; en otro hecho, fue descubierta una fosa clandestina en el municipio de Juan C. Bonilla con dos cuerpos; un hombre fue ejecutado en San José Acateno; mientras que en la capital un chofer de transporte público fue baleado.

La estrategia llamada Plan Nacional de Paz y Seguridad que presentó el presidente de la República el pasado 15 de noviembre contiene, entre otros puntos, el despliegue de una nueva fuerza de seguridad que está integrada por elementos de la Policía Militar y Naval, además de efectivos de la Policía Federal.

A pesar que durante la campaña electoral López Obrador aseguró que, de ganar la contienda, retiraría a los militares de las calles, como presidente electo no cumplió dicha promesa.

Los militares siguen en las calles pero sin un sustento legal, ya que la Constitución restringe la tarea de las fuerzas armadas a la protección de la soberanía nacional.

La nueva Guardia Nacional está integrada por 50 mil elementos y se contempla dividir al territorio mexicano en 266 regiones.

En el caso de Puebla, desde el primer día en el poder de López Obrador arribaron efectivos del Ejército mexicano a los municipios de Ciudad Serdán, Ajalpan, Chignahuapan, Tehuacán y Acatlán, para iniciar los trabajos de integración de la Guardia Nacional.

En las cabeceras municipales de Acatlán, Ajalpan, Tehuacán, Chalchicomula de Sesma, Atlixco, Puebla, San Martín Texmelucan, Tepeaca, Teziutlán, Huauchinango y Zacatlán se nombrará un Secretario Técnico responsable de cada región.

Sin embargo, el despliegue de las fuerzas armadas no ha significado la reducción de la violencia en el estado.

Recuento de muertes violentas

Hasta el momento suman 51 muertes violentas en 13 días de forma consecutiva en el estado de Puebla, sin contar los cuerpos hallados en una fosa clandestina, ya que no se tiene constancia de cuántos puede haber.

El martes por la mañana, dos grupos armados se enfrentaron sobre la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del municipio de Esperanza, dejando como saldo seis civiles muertos; en el lugar fue encontrado un narcomensaje donde el Cártel de Jalisco Nueva Generación se adjudicó las ejecuciones.

Durante la tarde, una fosa clandestina fue ubicada en la localidad de San Mateo Cuanalá, perteneciente al municipio de Juan C. Bonilla; el lugar fue descubierto por familiares de una persona desaparecida originaria de Coronango, fuentes de la Fiscalía indicaron que había dos cuerpos enterrados.

En otro caso, un hombre fue ejecutado en la comunidad de Palo Gacho, Acateno, la víctima recibió varios disparos de arma de fuego.

En la capital del estado fue ejecutado con arma de fuego el chofer de la unidad 31 de la ruta 23A en la colonia Francisco Javier Clavijero; en la unidad fue localizado un mensaje escrito en una cartulina con referencias a grupos de la delincuencia.