Discapacitado de por vida, sin poder trabajar para mantenerse, sin apoyo del gobierno y dependiendo de su abuelo es como vive Ismael Torres Escamilla, uno de los sobrevivientes del trágico 19 de septiembre de 2017 cuando la iglesia de Santiago Apóstol en el municipio de Atzala se derrumbó y cayó sobre su esposa Manuela León, sus hijas María de Jesús y Edileth, durante el bautizo de la más pequeña.
Ismael cuenta que no pudo regresar a su natal Atzala debido a que en esta comunidad no había nadie que lo pudiera cuidar, y después de ser dado de alta en el Hospital de Traumatología y Ortopedia ‘Rafael Moreno Valle’ se fue a vivir con su abuelo Alberto Torres al municipio de Emiliano Zapata, en el estado de Morelos.
El joven de apenas 27 años de edad es uno de los olvidados del gobierno, pues la única indemnización que destinó el gobierno de Antonio Gali fue entregada a Crescencio López, ex marido de su abuela, quien fingió ser su padrastro.
Desafió pronósticos médicos
Tras el sismo de 7.1 grados ocurrido el año pasado, Ismael quedó entre los escombros de la iglesia de Santiago Apóstol en Atzala, lo que le provocó afectaciones en la columna vertebral que hicieron que perdiera la movilidad de ambas piernas.
Cinco meses después de la tragedia, Ismael desafió los pronósticos médicos y volvió a dar sus primeros pasos, sin embargo, los doctores le comentaron que su columna no quedó bien y que fue un milagro que recuperara la movilidad de las piernas, por lo que no debe realizar esfuerzos ni cargar cosas pesadas, porque podría quedar nuevamente inmóvil.
Pierde las esperanzas
Pese a que obtuvo la dicha de volver a caminar, Ismael admite que constantemente se frustra al ver que sus abuelos trabajan muy duro para alimentarlo y él no puede hacer nada para apoyarlos a causa de su delicada condición física.
"Hay veces que no puedo más, luego veo que mis abuelos hacen hasta lo imposible para darme el taco y yo sin poder ayudarlos", expresó con tristeza.
Le duele no poder regresar a Atzala
Ismael Torres admitió que es doloroso no poder regresar a su natal Atzala, en donde pasó toda su vida antes del sismo, sin embargo, su condición física y la rivalidad que existe con Crescencio López, quien engañó al gobierno y a los medios de comunicación haciéndose pasar por su padrastro, le impiden volver.
Comentó que después de su tragedia sólo ha podido ir al municipio de Atzala una vez.
Luisa Tirzo / Morelos
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