Ricardo Dávila Díaz, el joven médico que fue asesinado en Michoacán a cuatro días de su graduación, es recordado por sus vecinos como un excelente estudiante e hijo; su extrema pobreza hacía que visitara a sus padres cada mes y medio y lo primero que hacía era llevarlos al supermercado por la despensa. Vecinos aún no saben si el cuerpo será velado en su domicilio, pero lo esperan para despedirlo.

En un recorrido que hizo CAMBIO Regionales por la calle 6 norte 201 de ese municipio, en el domicilio de los padres de Ricardo no se observó ningún preparativo para su funeral, pues quienes los conocen indican que no saben si lo realizarán en su casa debido a las precarias condiciones económicas de la familia.

El humilde domicilio actualmente luce desolado, sólo se logra observar una barda de ladrillos en malas condiciones, sin repellar, una puerta blanca de metal y un frente sin pavimentar, en contraste con las viviendas colindantes.

Los vecinos de Richie, como le llamaban, indican que el joven visitaba a sus padres cada mes o mes y medio dadas las duras condiciones económicas en las que vivían, no obstante, logró concluir su carrera de medicina.

Señalaron que Ricardo era un excelente hijo y estudiante, pues cada que regresaba a su hogar llevaba a sus padres a comprar la despensa y así aportar en la manutención de la familia.

Los padres de Dávila Díaz  son conocidos entre la comunidad como ‘el Güero y la Güera’, los vecinos indican que no los han visto desde el fin de semana pasado, pues presumen que se encuentran realizando los trámites correspondientes para traer el cuerpo de su hijo a Tecamachalco.

Los conocidos de la familia de Richie se encuentran a la espera para velar el cuerpo de un destacado joven de esa comunidad, quien luchó, pese a las dificultades, para lograr graduarse como médico.

El joven médico soñaba con hacerle una casa a su mamá, por lo que ya tenía un ofrecimiento de empleo en un hospital general de Jalisco, lugar a donde quería aventurarse viajando en motocicleta, sin embargo, fue asesinado cerca de La Piedad, Michoacán.

Ricardo Dávila viajaba en motocicleta a La Piedad luego de cuatro días de haberse graduado de la Facultad de Medicina de la BUAP, lugar que le fue asignado para realizar  su servicio social y cerca de donde encontraron su cadáver después de un asalto en la carretera.