Una línea de investigación relacionada con el narcomenudeo sería la principal hipótesis que las autoridades ministeriales realicen en el homicidio del niño Marco Antonio, de 12 años de edad, quien fue hallado encobijado y embolsado al sur de la ciudad de Puebla.

La necropsia de rigor determinó que la víctima sí recibió un impacto de arma de fuego en la región occipital, lesión con la que fue ultimado.

El cadáver del menor fue hallado por transeúntes en un área verde que se ubica a un lado del puente de la Prolongación 14 Sur y el Periférico Ecológico, de San José Chapulco. Tenía una cobija del cuello hasta los tobillos y la cabeza cubierta con una bolsa negra para basura.

La información recabada en el lugar de los hechos indicó que se trataba de un menor de aproximadamente 15 y 17 años de edad, sin embargo, el lunes se confirmó que el cuerpo correspondía a Marco Antonio, de apenas 12 años de edad.

La última vez que fue visto con vida fue el sábado por la noche cuando salió de su domicilio ubicado en la colonia Granjas de San Isidro. Su familia y conocidos divulgaron su fotografía en las redes sociales solicitando ayuda para dar con su paradero.

Aunque por el sigilo de las indagatorias no se ha proporcionado mayor información, versiones ministeriales han referido que el crimen estaría relacionado con un grupo dedicado al narcomenudeo que principalmente opera en su mayoría al Sur de Puebla.

Entierro

Fue hasta las 4 de la mañana de ayer que el personal del Servicio Médico Forense entregó el cuerpo del menor a los deudos para que le dieran sepultura.

Por la mañana de ayer se realizó una misa de cuerpo presente en la parroquia de Granjas de San Isidro. Al mediodía el cortejo fúnebre salió caminando y se dirigió hasta el panteón de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan, del municipio de  Puebla, donde finalmente lo enterraron.

Asimismo, varios vehículos se sumaron al nutrido grupo de gente que dio el último adiós a Marco Antonio a quien le apasionaba el futbol soccer.

Cabe señalar que los familiares pidieron respeto y privacidad a los representantes de los medios de comunicación, por lo que pidieron no realizar la cobertura del entierro.