Las víctimas de la ‘barbarie’ en Acatlán fueron sepultadas entre gritos que exigían justicia. La madre de Ricardo, el joven que estudiaba Derecho en Xalapa, viajó desde Estados Unidos a la comunidad de Tianguistengo para decirle adiós a su hijo y demandar la cabeza del alcalde del municipio por su negligencia ante los hechos.  

La mañana de este sábado, entre llanto de familiares y demandas para investigar a los responsables del linchamiento, así como para indagar al alcalde por su nula intervención en la población de Tianguistengo, se llevó a cabo el sepelio de Ricardo Flores y Alberto Flores, asesinados brutalmente en Acatlán de Osorio por una turba que los señaló como ‘robachicos’. Sin embargo, al final se comprobó que sólo habían ido al municipio a comprar material de construcción.

Aproximadamente 100 personas se dieron cita en la parroquia de Tianguistengo. Durante la misa de cuerpo presente el cura llamó al perdón para la turba enardecida que linchó a los dos hombres y comparó lo vivido con la pasión de Cristo.

A las 13:00 horas, los restos de Ricardo y Alberto fueron trasladados al panteón de la comunidad, donde una mujer leyó un mensaje en el que se lamentó por no haber evitado el linchamiento; recalcó que es una vergüenza que un rumor desatara la histeria colectiva que terminó con la vida de dos hombres inocentes.

Con un profundo dolor María del Rosario ‘Charo’  Rodríguez García, madre de Ricardo Flores, así como su abuela, exigieron justicia por el linchamiento, que señalaron fue permitido por el presidente municipal de Acatlán de Osorio, Guillermo Martínez Rodríguez y por la Policía Municipal.

La madre y la abuela demandaron justicia a las autoridades estatales y pidieron que las fotos de los principales incitadores sean difundidas por todo México, para que no puedan esconderse en ningún rincón del mundo y que arrastren con la culpa de haber asesinado a dos inocentes.

“Mataron a su hijo en su propia cara, quiero justicia, queremos que la foto de los asesinos se difunda en todo el país, quiero respuestas, ya basta de tanto crimen, hicieron de sus muertes un maldito circo, todos conocían a mi hijo y cuñado, aun así los mataron y quemaron vivos, no es justo”, gritaba desconsolada la madre de Ricardo.

La madre del joven viajó desde Estados Unidos para velar a su hijo y acompañarlo a la misa de cuerpo presente y posteriormente trasladarse al panteón de la comunidad de Tianguistengo, donde exigió justicia para su hijo y su cuñado, además responsabilizó al actual alcalde de Acatlán de Osorio por no haber actuado con prontitud en el caso.