Cientos de poblanos repudiaron en redes sociales la manifestación radical que hicieron en Puebla feministas a favor del aborto, y es que en su paso por las principales calles del Centro Histórico las activistas grafitearon un sinnúmero de paredes, incluidas las del Congreso del Estado y la Catedral, además de casonas ubicadas en el área denominada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Las feministas también pegaron panfletos con engrudo en ventanas, postes y cualquier mobiliario público por el que pasaban, desde el Paseo Bravo hasta la sede del Poder Legislativo, después a la Catedral poblana, para terminar en el corazón del Zócalo.

Al darse a conocer las imágenes con las pintas y sus mensajes, en redes se les reclamó fuertemente con mensajes como: “Que vergüenza de personas”,  “Merecen cárcel”, “el centro Histórico es de todos”, “Lo que cuesta una lata de pintura, les alcanza para los condones, responsabilidad por favor, ¿se puede o no?”, “La manera más fácil de reunir un montón de putas sin sentido de la responsabilidad, es haciendo una marcha para legalizar el aborto”.

Por otro lado, también se externaron mensajes de apoyo como: “Esos mismos que condenan y se espantan por las pintas de la marcha, son los mismos que acuñan el término de Chairo, así que cállense y todos merecemos respeto”, “Yo si entiendo su lucha”, “Yo estoy a favor, pero no hay necesidad de agredir, luchemos sin ensuciar el nombre de nuestro fin”.

Los hechos ocurrieron al mediodía del pasado viernes, cuando un centenar de mujeres con paliacates de color verde en los rostros -como símbolo de apoyo a los colectivos iniciados en Argentina- y playeras moradas en su mayoría -que simbolizan la lucha feminista-, salieron a las calles de Puebla para manifestarse a favor del aborto.

Al arribar a la sede del Legislativo, personal del Congreso del Estado les abrió las puertas para que fueran escuchadas. Sin embargo, no aceptaron pues dijeron que en ese momento se estaban manifestando.

Aunque se negaron al diálogo, se les dio una cita abierta para que cuando ellas elijan, puedan ser atendidas de una manera pacífica.