En las últimas semanas, en la capital poblana se ha desatado una ola de violencia, y la junta auxiliar de San Miguel Canoa como no queriendo quedarse atrás,  ahora un nuevo acontecimiento se suma a la lista de crímenes, pues la madrugada de este viernes, un comando de al menos seis sujetos, ingresó violentamente a una casa para robar 3 millones de pesos, matando a dos hermanos que se dedicaban a la construcción.

Desde hace 50 años, Canoa ha sido catalogado como un lugar de asesinos, no solamente para los poblanos sino para gran parte del país, pues recordemos…

Hace medio siglo, el 14 de septiembre de 1968, cinco trabajadores de Benemérita de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) decidieron  subir la Malinche, pero, no contaban que en el trascurso de su camino una fuerte lluvia provocaría que tuvieran que interrumpir su excursión y buscar refugio en Canoa.

Ramón Calvario Gutiérrez, Miguel Flores Cruz, Julián González Báez, Jesús Carrillo Sánchez y Roberto Rojano Aguirre: dos, bibliotecarios; dos, empleados de intendencia y uno más chofer, no se imaginaban que una fuerte tormenta decidiría  su destino, pues los trabajadores quedaron varados en la comunidad compuesta por una mayoría náhuatl, ferviente creyente de su santo patrono San Miguel Arcángel y mal influenciada por Enrique Meza, párroco de Canoa quien desde el pulpito azuzaba a los creyentes con un discurso contra el comunismo, les advertía que estaban cerca y que pronto llegarían y colocarían banderas rojinegras en la iglesia, prohibirían el culto y robarían la virgen y demás imágenes.

A partir de entonces, como pasa en todos los linchamientos la desinformación ganó y los habitantes solo vieron al párroco convertirse en profeta, pues él les advirtió de la llegada de los comunistas, en forma de gente proveniente de la BUAP,  por lo que las personas se levantaron entre antorchas y machetes, y el hecho terminó con el asesinato  a machetazos de tres de los cinco jóvenes.

Sin embargo, la violencia no solo quedo ahí, pues la comunidad de Canoa no aprendió la lección con el hecho de haber matado a unos inocentes, ya que hace algunos meses, para ser exactos el viernes 26 de marzo del 2018, sucedió un acontecimiento similar en la misma Junta Auxiliar.

Ese viernes, 'El Pinky' incitó a la comunidad a ajusticiar a ‘El Recio’,  un conocido ratero de la junta auxiliar, quien fue sacado de la Comisaría para ser golpeado con una cadena para luego prenderle fuego.

El presunto delincuente logró ser rescatado con vida por policías municipales, pero dos horas después perdió la vida en un hospital por las graves lesiones que presentaba  en su cuerpo.

Y hasta aquí tampoco acabo, pues ahora, hoy 30 de noviembre, se sumó a los linchamientos un asalto violento en donde un comando armado asesino a dos hermanos y los despojó de 3 millones de pesos.

Los hermanos Noé Pérez Arce de 32 años y Marcial Pérez Arce de 22, quienes se dedicaban a la  construcción, fueron las víctimas de este hecho lamentable., pues uno de ellos recibió 19 disparos y otro seis, mientras que a su papá lo dejaron tirado y herido.

Aunque esta vez no fue un linchamiento, este acontecimiento también resuena en la memoria colectiva de Puebla, sujetos asesinados, hombres que eran inocentes.