Fey fracasó en su cierre de gira ‘American 9.0’, pues la cantante sufrió en carne propia que no es nadie sin el Pop Tour. Ahí brilla, es ovacionada y aplaudida por los amantes de los 90´s, pero sola es otro boleto; ahí es gris en el escenario, aburre y no impresiona, ni por su baile, ni por sus cambios de vestuarios.

El sábado por la noche, la artista se presentó en el Complejo Cultural Universitario ante un aforo de poco más de dos mil personas, cuando la capacidad es de cuatro mil. Dejó al descubierto que, por más que lo intente, sigue sin conectar con el público más joven que ella y los únicos fieles son los ‘chavorrucos’ que no dejaron de corear sus éxitos de los 90´s.

Sin embargo, cuando interpretó canciones nuevas como ‘Comiéndome tus besos’, los asistentes no le seguían los pasos y dejaban que ella sola coreara sus canciones, pues no sabían si escuchaban una nueva canción o un refrito.

Pero las clásicas como ‘Azúcar Amargo’, ‘Gatos en el Balcón’ o ‘Media Naranja’, lograron que los poblanos se levantaran de su asiento, pues hicieron que regresara el baúl de los recuerdos al ritmo de esas melodías; con eso, recordaron su adolescencia.

La cantante fue parca en sus palabras. Se dedicó a cantar, pero poco, pues el espectáculo duró apenas 70 minutos, lo que ocasionó un sabor agridulce a sus fans, quienes pagaron por un boleto para verla y cantar con ella los éxitos de los 90´s.

Fey tuvo una producción austera, pues sólo contaba con cuatro músicos, un juego de luces y ocho bailarines, que trataron de poner el ambiente en el CCU. Es más, la cantante se cambiaba de vestuario y dejaba a su equipo en el escenario para que no se le ‘enfriara el público’.

La intérprete de ‘La noche se mueve’ pasó por todas las facetas, la primera una fiesta del pop, después acústica, otra de electro pop y la última pop de los 90´s. En todas ellas dejó la sensación de que faltaba algo más. Tal vez le faltó compañía de JNS o de OV7.