Volkswagen cedió ante las presiones de los ejidatarios que lo acusaron de dañar sus cultivos, pues ahora sólo utilizará los cañones antigranizo cuando sea necesario, a fin de evitar que se dañen las unidades que tiene al aire libre.

A través de un comunicado de prensa, la empresa informó que después de sostener reuniones con el Gobierno del Estado se acordó que los dispositivos dejarán de funcionar de manera automática.

Así, sólo serán activados de manera manual, evitando que su uso sea constante y que se generen afectaciones en las comunidades aledañas.

Ello después de que los vecinos de la zona acusaron el uso constante de los cañones para evitar lluvias en las zonas que rodean a la planta.

“Sólo los accionará de forma manual cuando las condiciones meteorológicas determinen la inminente caída de granizo en los patios donde resguarda sus vehículos”, dice el comunicado.

Asimismo, se anunció que se instalará una malla antigranizo, que se pondrá encima de los vehículos que se encuentren a la intemperie y que fungirá como medida principal de protección ante la caída de granizo.

Además, la empresa se comprometió a sostener reuniones con los ejidatarios a fin de explicar el uso y funcionamiento de los cañones antigranizo y de resolver cualquier inquietud que se pudiera generar.

“Volkswagen de México reitera su compromiso de mantener relaciones sustentables con sus grupos de interés; desde el medio ambiente, las comunidades vecinas y las autoridades”, menciona.

El pasado 8 de agosto un grupo de campesinos cerró la autopista México–Puebla para exigir a Volkswagen una indemnización de 72 millones de pesos, argumentando que el uso de los cañones perjudicó sus cultivos.

La Secretaría de Desarrollo Rural y Reordenamiento Territorial advirtió sobre posibles sanciones a la empresa en caso de que continúe haciendo uso de estos mecanismos, a lo cual la planta automotriz se negó en primera instancia.