Jaime Oropeza Casas, titular de la Secretaría de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico (Secotrade) y amante de los caballos, dijo que sueña con llegar a caballo a su oficina, pero no lo hace porque no tienen las instalaciones para parquearlo.

El funcionario estatal, en entrevista para Milenio señaló que tanto es su amor por los caballos al grado que llegó a comprarse una yegua, a la que llama La Consentida, antes de adquirir un automóvil propio. 

Oropeza Casas expresó que en sus ratos libres busca darse tiempo para practicar un poco de charrería. Aquí la entrevista completa:

¿Cómo nace su gusto por los caballos, por la charrería? 

Me gustan mucho los caballos, desde niño tuve la oportunidad de aprender a montar, de convivir con los caballos, me quedó siempre la cosquilla de ser un buen jinete. Por diversas razones lo dejé mucho tiempo y es hasta que empiezo a trabajar que antes de comprarme mi primer coche, con mis primeras quincenas me compré mi primer caballo, eso tendrá unos 13 o 14 años.

Me puse a practicar de manera más seria la charrería, que es algo que también desde niño me gustó, y aprendí a montar precisamente en un lienzo charro. Es prácticamente mi actividad principal fuera de la oficina. Un caballo se vuelve también parte de tu familia, es alguien a quien tienes que cuidar, alimentar, curar cuando está enfermo, tienes que transportar para ir a las charreadas, tenerlo en una buena instalación. Dedicarle tiempo y esfuerzo. Se convive mucho con la naturaleza. Es una disciplina que me gusta porque te permite desconectarte del mundo. 

¿Combina esta práctica ecuestre con el ámbito laboral?

 Sobre todo en los valores, en un tema de orgullo por México, desempeñarte en la función pública te exige y merece el orgullo por el país, trabajar por México en este caso por Puebla es donde coinciden. Me encantaría poder venir a caballo a la oficina, pero al día de hoy en el CIS (Centro Integral de Servicios) -ubicación de su oficina- no hay instalaciones para dejarlo. 

Y a nivel de competencia, ¿qué suertes charras puede presumir? 

Sí. He estado en competencias. A nivel estatal y regional junto con los equipos en los que participo. Me falta tiempo para poderlo practicar. Me gustaría poder participar en un congreso nacional charro, es algo que no he podido realizar aún. De las suertes que desempeño, son las suertes a caballo, una es la cala de caballo y otra es en el coleadero, me falta aprender a florear y lacear bien, que son las que requieren de una soga. 

Su participación en el desfile…. 

Es la primera vez que desfilo. Aun cuando desde hace muchos años desfila el contingente charro o a caballo, por primera ocasión se buscó que se apegara a dos cosas, a que fueran charros federados, que formaran parte de una asociación y o bien que estuvieran ataviados tanto los charros como los caballos o yeguas en base al reglamento charro. Ésa es la manera de cumplir con la tradición. Me dio gusto por primera vez participar en el contingente y compartirlo con los poblanos. Creo que me daría gusto seguir haciéndolo. 

El traje charro y el amor a los caballos… 

Hay tres tipos de traje charro, el de gala, equivalente a la etiqueta, hay uno de media gala que sería el equivalente al código de vestimenta formal y el de faena el que está diseñado para competir en una charreada, y el primero fue éste. Puebla es un estado líder en charrería, en Puebla se formaron algunos de los primeros charros del país y actualmente tiene equipos muy competitivos. No sólo se trata de tener un desempeño atlético. Tanto el charro como el caballo, hay un desempeño deportivo, pero también el espectáculo o el arte con el cual se desempeña cada una de las suertes charras, a diferencia de lo que algunas creen, la charrería no busca lastimar a los animales. 

¿Y su tipo de lectura? 

Soy muy técnico. Me gusta leer temas sobre economía, textos relacionados con teoría económica, historia económica, tendencias, es prácticamente el género que me gusta.  ¿Una frase de vida?  No tengo una frase, pero creo que es importante en la vida tener claro que la felicidad es una decisión personal que tomamos día con día y que lo más importante en la vida es la salud, porque todo lo demás depende de uno. Sin ser una frase, son dos parámetros con los que despierto todos los días, recordármelos y que marcan mi comportamiento diario.