Una treintena de pobladores y campesinos de Santa María Coronango se arremolinaron alrededor de los restos del helicóptero Agusta Westland AW109S Grand y su primer esfuerzo fue apagar el fuego que consumía los cinco cuerpos echándoles tierra, sin saber que en esa aeronave viajaban la gobernadora del estado, Martha Erika Alonso, y el senador Moreno Valle.

De acuerdo con nuevos videos obtenidos por CAMBIO, los pobladores se movieron con libertad entre los restos para recoger pertenencias y efectos personales, al grado de rescatar un bolso que presumiblemente pertenecía a Martha Erika Alonso, del que extrajeron un pasaporte a medio quemar.

El área del siniestro, conforme a esos videos, es reducida, aproximadamente 20 metros cuadrados, lo que confirmaría la versión de la caída en picada con el rotor hacia el suelo.

La escena es de horror. Se alcanzan a ver algunas cabezas, torsos, brazos y piernas, pero es imposible decir a quién le pertenecen.

Los cuerpos de los cinco tripulantes del helicóptero con matrícula XA-BON, que se desplomó el pasado 24 de diciembre, quedaron en un área de 10 metros cuadrados, muy cerca de los restos de la aeronave, que al incendiarse tras el impacto con el suelo comenzó a calcinarlos, hasta que los vecinos llegaron al lugar y con tierra trataron de apagar las llamas, según se muestra en algunos videos obtenidos por CAMBIO.

Las videograbaciones que se realizaron minutos después de la caída del helicóptero sobre el paraje conocido como ‘Tiros Largos’, ubicado en Santa María Coronango, confirmarían la versión de una falla mecánica como causa del desplome y echarían por tierra las versiones sobre una atentado en contra de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.

Lo anterior ya que expertos consultados por esta casa editorial señalaron que si se hubiera atacado de alguna forma la aeronave para hacerla caer los restos de la misma y los cuerpos de los tripulantes hubieran quedado esparcidos varios metros a la redonda y no en una misma área.

Todos los cuerpos estaban juntos

La escena que presencian mujeres, jóvenes y niños que llegaron al lugar tras escuchar la caída del helicóptero es de horror.

El fuego arde y consume todo. Algunos mencionan que “arriba” se ve el cuerpo y la cara de una mujer.

Debajo de ésta señalan una cabeza y una corbata. Dicen que es el piloto, porque aun se le alcanza a ver las insignias que cuelgan de su camisa.

Debajo de ambos cuerpos aparece una dentadura blanca, es un tercer cuerpo. Los testigos, según se escucha en la grabación, dicen que los otros dos cadáveres están del costado contrario y abajo.

Encuentran bolso de dama y pasaporte

Las escenas grabadas por los vecinos de Santa María Coronango también revelan que se alcanzó a sacar el bolso de una dama. Lo quitan del fuego, lo tiran al piso y en ese momento sale volando un pasaporte.

El documento oficial está semiquemado y con la tapa desprendida. Cuando intentan abrirlo, un paramédico se los quita y les pide que se alejen más de los restos de la aeronave. El bolso era de color obscuro o así quedó desde pues de estar expuesto al fuego.

Pobladores, molestos con policías y paramédicos

En otro video obtenido por CAMBIO se escucha la molestia de los pobladores porque aunque ya hay una decena de vehículos de seguridad pública y de los cuerpos de emergencia en el lugar, ninguno está equipado con extinguidores, por lo que no pueden apagar el fuego.

“Vale madre tanta pinche patrulla”, dice un vecino de Santa María Coronango, mientras enfoca las unidades de seguridad y de rescate cuando más de 20 uniformados resguardaban el área. El perímetro para que no se acercaran es de más de 10 metros hacia el lugar del siniestro.

Llegaron dos helicópteros

Entre las videograbaciones también se aprecia el momento cuando llegan dos helicópteros. Primero desciende uno blanco, en el que presumiblemente iba Jesús Morales Rodríguez, ex secretario de Seguridad Pública y luego desciende una aeronave negra. Son los Agusta, propiedad del gobierno estatal.

De acuerdo con el relato de los pobladores, fueron estos helicópteros los que condujeron en principio a los cuerpos de emergencia para llegar hasta el lugar del accidente, ya que hay varios caminos de terracería que no llegan a ningún lado y no tienen acceso a la zona cero.

Los vecinos aseguraron que mientras ellos tardaron en llegar 15 minutos, los uniformados y paramédicos lo hicieron en más de 40, mientras que la motobomba de Bomberos llegó hasta una hora y media después, cuando el fuego prácticamente se había extinguido.