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Viernes, 22 Noviembre 2019 02:57

La apuesta del Partido Demócrata

La apuesta del Partido Demócrata Escrito Por :   Cesar Zuñiga Salas

En medio de una gran expectación y ante cientos de medios internacionales, el pasado miércoles 13 de noviembre comenzaron las audiencias públicas de la investigación en contra de Donald Trump. Dichas sesiones –no ocurridas desde hace dos décadas- son la antesala de lo que podría derivar en un juicio político al actual presidente de los Estados Unidos.


 

La indagatoria esta orientada en aclarar la filtración de una llamada telefónica entre Trump y el jefe de Estado de Ucrania, Volodymir Zelensky, en la cual el estadunidense coaccionó a su par europeo para que éste investigue alegaciones de corrupción contra Hunter Biden, hijo del ex-vicepresidente, así como al aspirante presidencial demócrata Joe Biden. Dicha comunicación entre ambos mandatarios tuvo lugar el día 25 de julio de este año, poco después de que Trump ordenara a su Jefe de Gabinete Mick Mulvaney, bloquear 400 millones de dólares en ayuda militar estadounidense destinada a Ucrania.

 

Uno de los primeros testigos en declara ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes ha sido el embajador norteamericano en Ucrania Bill Taylor, el cual aseguró que Trump había dejado claro que la liberación de los recursos estaba condicionada a que Biden fuera investigado por las autoridades de aquel país. Remató manifestando que dicha maniobra fue orquestada desde el Despacho Oval.

 

Por su parte, el embajador estadounidense ante la Unión Europea Gordon Sondland, declaró que los diplomaticos involucrados seguían las indicaciones a través de métodos “poco convencionales” y bajo la directriz del abogado de Trump y exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani. Añadió, que todos los altos cargos de la diplomacia y el gabinete de Trump, sobre todo el secretario de Estado Mike Pompeo y el de Energía Rick Perry, estaban al tanto de las condiciones “quid pro quo” que se ponían al gobierno ucraniano para relanzar la relación binacional.

 

Cuestión que la Casa Blanca niega hasta el momento, argumentando que la llamada entre ambos Jefes de Estado fue “perfectamente legal y sin condicionamiento alguno” y que por el contrario la intención del Ejecutivo nortemaericano se centra en la decisión de ofrecer “apoyo en la investigación que realizan los fiscales ucranianos por los posibles actos de corrupción que involucra a la compañía de exploración y producción de energía Burisma Holdings y a Hunter Biden, miembro de su junta directiva”.

 

Posición que va de la mano con la del partido Republicano, el cual argumenta que “el Presidente Trump no condicionó el apoyo de los Estados Unidos a su aliado. Retuvo los recursos ya que quería garantías de que el nuevo presidente de Ucrania, Zelensky, se tomaba en serio la lucha contra la corrupción”.

 

No obstante, el testimonio jurado de David Holmes, funcionario de la Embajada de Estados Unidos en Kiev, testificó en privado ante los legisladores que había escuchado una conversación telefónica en la que el embajador Sondland, le aseguró a Trump que su homólogo ucraniano "ama tu trasero" y hará "cualquier cosa que le pidas, incluso abrir investigaciones”, refiriéndose a la familia del principal rival demócrata de Trump, Joe Biden.

 

Aseveraciones que refuerzan la tesis de que el presidente Donald Trump abusó de su cargo al tratar de manipular la política exterior estadounidense para beneficiar su campaña por la reelección. Sin embargo, al mismo tiempo abre la sospecha de que durante la administración democrata de Obama, Joe Biden –entonces vicepresidente- utilizó la influencia de Estados Unidos para adjudicarse contratos para la generación de energía en Ucrania. Cabe mencionar que durante las 10 horas de testimonio de Sondland, enfatizó que Trump le había dicho que “no quería favores políticos de Ucrania sino que el presidente Volodomyr Zelensky hiciera lo correcto”.

 

La apuesta del Partido Democrata es muy alta y riesgosa, ya que de no encontrar a Trump culpable de los cargos, ubicaría al republicano en la cima de las preferencias para su reeleción. También legitimaría el discurso del magnate en relación a que el “status quo” de la política norteamericana –encabezados por los Clinton y los Biden- “fueron quienes utilizaron los intereses norteamericanos a favor de un pequeño grupo demócrata”. No obstante de los que suceda en las siguientes semanas, es que el partido del burro apueste la candidatura de Bernie Sanders con el apoyo firme de la lidereza Nancy Pelosi.  

 

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