Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal de Puebla, durante su informe se desgarró en un discurso melodramático (apoyada de teleprónter), el cual mandaba un mensaje a sus “adversarios” que advertía que no se dejaría amedrentar.
La realidad es que muchos de sus asistentes de primera fila dormían como bebés mientras ella seguía advirtiendo y fijando posturas.
Nada que informar, se escudó en un discurso ambiguo y que culpaba de todo a las administraciones pasadas.
Y así la tónica discursiva de los nuevos alcaldes de Morena, echando culpas y escudándose de lo que hizo y dejó de hacer el PAN.
Por ahora los ciudadanos se la compran, pero el segundo año tendrán que compararse con el primero, y ahí nos daremos cuenta de su verdadero trabajo como alcaldes.
Informan comparativos, informan culpas. No hay datos verdaderos ni políticas públicas que destacar.
Por cierto, curiosamente a quien le fue mejor, arropado totalmente por el gobernador, fue a Memo Velásquez, presidente municipal de Atlixco, recibió el respaldo del Luis Miguel Barbosa frente, lo más irónico, a la cúpula panista que no chistó ante semejante apapacho del gobernador.
En un año nos leemos, esperemos que las justificaciones terminen y los resultados comiencen.