Su estrategia de comunicación política ha sido brillante desde campaña, dejar en la mente de la gente dos o tres palabras claves y pum, ya estaba hecho. Bastaron tres segundos para que fijara la agenda de la semana y en menos de 10 minutos las redes sociales estaban inundadas de memes y la nota dio la vuelta al mundo, incluso quienes no son afines a hablar o a involucrarse en temas políticos ahí estaban en medio del debate.

Pero es momento de volver a la realidad con un Insabi poco funcional que ha generado la mayor crisis en el sector salud, falta de medicamento y de insumos que no permiten cubrir todas las necesidades que cada día son mayores, y mientras tanto quienes necesitan el servicio sufren además de los dolores físicos la fragmentación de un sistema de salud que no está a la altura de lo que se había prometido.

Y si giramos hacia otro lado nos encontramos en la antesala de  una reforma al sistema de justicia que no es más que una propuesta regresiva que no abona en mucho a nuestro Estado de Derecho.

Lo ocurrido en Culiacán el año pasado, quedamos expuestos ante el mundo como un país cuyo “jefe de estado” queda supeditado a lo que diga y mande un delincuente preso por narcotráfico, y aunque muchos se aventaron una gran maroma chairística para defender este caso, era evidente la falta de rumbo en el tema de seguridad.

Más de 35 muertes violentas de diciembre de 2018 a noviembre de 2019 según el Sistema Nacional de Seguridad Pública y, por tanto, aumento en la percepción de inseguridad, los feminicidios continúan todos los días y siguen sin fortalecerse de manera real y eficaz las políticas públicas de prevención, atención y sanción.

La mayor pérdida de empleos formales que se ha registrado en los últimos años, de acuerdo con el Seguro Social, nuestro crecimiento económico cero por ciento, recorte al campo y la lista es interminable.

Sí, es verdad. AMLO nos hizo pasar un momento agradable y fue la mejor puntada que sin duda se llevó el mes de enero, pero nosotros lo ciudadanos tenemos otros datos.