Todos tenemos una observación, un juicio, una opinión de todo lo que está pasando en nuestro país y también en Puebla.

 

Cada uno somos dueños de nuestra versión, de nuestra verdad, de una opinión.

 

Pero las voces coinciden en un clamor: ¡México y los mexicanos no nos merecemos tanto infortunio!

 

La hemos vivido, derramado, hemos aguantado, esperado y las cosas en lugar de mejorar se vuelven amenazantes y en contra de los que verdaderamente estamos esperando un cambio.

 

Hay que admitir que el cambio llegó, pero para empeorar las cosas —en opinión de algunos—, y el prometido rayo de esperanza cada vez se percibe más lejos, más distante.

 

Con mediana información entendemos en los hechos que han sorprendido a los mexicanos los últimos días, que se busca acaparar la atención con decisiones que rebasan el principio

 

de todo orden jurídico, dejando traslucir saña y hasta aplicar aquello del ajuste de cuentas entre bandos.

 

La gente ecuánime y racional percibe disposición a poner orden y combatir la corrupción que fue creciendo de sexenio en sexenio y que cada vez fue más grandes y escandalosa. Pero lamentablemente las decisiones para acabarla y hacer pagar a quienes corrompieron y robaron, están dejando mal parado al sistema judicial.

 

Y después de todo lo que hemos visto desde el lunes por la noche, no cabe la menor duda que el juicio que se comenzó a  una de las participantes de la famosa Estafa Maestra va a conseguir más puntos de alerta “entre los miembros de su banda” y va a colocar a la ex secretaria de Desarrollo Social en un papel de víctima parecido al de los niños héroes que se envolvieron en la bandera y se arrojaron al vacío.

 

Quienes pagan impuestos ven deteriorar su poder adquisitivo, sacrifican sus pequeños privilegios y pasan apuros, exigen justicia, no espectáculos de la justicia que no convencen y enrarecen el ambiente.

 

Es hora de comenzar

 

México debe apresurar el aprovechamiento de  las energías alternas antes de entrar a  una crisis generalizada como la que ya se experimentó en el sureste, advierte el doctor Víctor Ramírez Cabrera de la Asociación Nacional de Energías, quien recomienda invertir en la tecnología desde paneles para uso doméstico y también industrial.

 

Sí, la generación de energía por fuentes renovables permitirá prever una crisis que amenaza con frenar el desarrollo. Sólo basta con la convicción para adquirir la tecnología que cada vez se abarata más; lo único que hay que hacer es registrar el equipamiento ante la Comisión Federal de Electricidad.

 

 Lo particulares convencidos de participar en esta alternativa tienen asegurada la energía para un cuarto de siglo y dependerá de su plan de mantenimiento el futuro de su instalación generadora de energía, de esta manera, se disminuye el consumo de energéticos para generar el fluido eléctrico.

 

Dijo que las oportunidades para generar energías sustentables van en aumento, y los particulares deben interesarse en invertir para contribuir a la producción antes de que sea tarde y el caos amenace el desarrollo y la calidad de vida del hombre. 

 

Fiesta en el convento

 

Los nuevos vientos oxigenan todos los frentes, incluso dentro de la Iglesia católica, y para ser concretos, en la vida conventual.

 

Se tiene la idea que detrás de los muros de un convento todo son rezos, labores de costura, bordado, tejido y preparación de alimentos. Pero ahora —al menos— la congregación de Las Carmelitas Descalzas de la Soledad nos convidan imágenes de lo que en el 2019  es  la vida y convivencia conventual.

 

Las integrantes de esta orden hoy ya dejan la cazuela de mole para celebrar  una fiesta de cumpleaños.

 

En el 2019 disfrutan de una celebración a capricho de la homenajeada.

 

Recientemente fue cumpleaños de la hermana Flora Alicia que recordando sus días de infancia y preadolecencia pidió de comer hamburguesas.

 

Y ese día en el convento “todas” disfrutaron de unas bien elaboradas hamburguesas con queso americano, cocinadas en un asador que colocaron en el jardín.

 

Tradicionalmente a la hora de los alimentos en  los conventos se van  turnando para  una lectura de historia sagrada. Y en el día de la fiesta ésta se abrevió y todas las hermanas platicaron, se hicieron bromas, cantaron, retozaron.

 

Y como niñas después de comer, jugaron al toro, a las escondidillas entre los árboles, brincaron la cuerda arropadas con sus voluminosos hábitos cafés con impecables cuellos y puños blancos  bien almidonados.

 

Y todavía más, las hermanas Carmelitas con el teléfono celular del convento se sacaron fotografías que después compartieron sin ningún contratiempo en el sitio oficial de la orden.

 

Fue una verdadera fiesta que queda registrada en su memoria y que en próximos cumpleaños será repetida, con platillos a capricho de la homenajeada en turno.

 

Y qué bueno que los aires redireccionen la vida conventual sin alterar su esencia.

 

De todo y más

 

Una buena obra estos días puede ser apoyar a los niños que trabajan para sus útiles escolares, para que reúnan la lista obligatoria para regresar a clases.

 

Otra compartir un bote de leche Nan ya sea etapa 1 o 2 con los pequeños sin familia que están bajo el cobijo de Casa del Sol.

 

La dirección de la institución que dirige Lilia Rodríguez Regordoza es calle del Sol 2910, centro comercial Puebla, atrás del Hospital del Niño Poblano.