En su ley de ingresos para el 2020 plantea la creación de un impuesto para quienes se dedican a la economía subterránea a través ventas de productos por catálogo.
Y a quienes han resuelto su necesidad de un empleo por medio del servicio de transporte de comidas como Rappi y Spotify busca modificarles la retención de impuestos.
Con este esquema se tiene claro que todos los que generan ingresos tienen que tributar con la convicción de contribuir al bienestar social, el empleo y el desarrollo, meta perseguida en su proyecto de ley de ingresos.
A cambio, el Gobierno federal se plantea como prioritario trabajar para hacer lo que todos los mexicanos están esperando: resultados sobre un control efectivo y cualitativo de la seguridad que está comprometido a ofrecer a todos los mexicanos. Para el efecto establece una partida de 59 mil millones de pesos.
Se explica que con la pretendida ley de ingresos se conseguirá una recaudación por el orden de los tres billones 499 mil 425 pesos, monto necesario para trabajar en el fortalecimiento de los programas diseñados para impulsar el bienestar social, el empleo y el desarrollo que se considera que la Cuarta Transformación está debiendo a los mexicanos.
Renglón especial se dedica en el presupuesto para el próximo año a Pemex, para la que se le apuesta un ambicioso proyecto de reactivación del que tienen que salir fortalecidos los mexicanos.
Y lo más importante es que con este esquema México alcanzará un crecimiento de entre un 1.5 y un 2.5 por ciento.
Desde luego que a través de este esquema se dará respuesta a las necesidades del sector salud que hoy han estado en la mesa de la discusión por la falta de medicamentos en general, pero en forma especial para los enfermos más delicados y los que se encuentran en fase avanzada de sus padecimientos.
Las pretensiones, las formas y los cómos serán discutidos en la Cámara de Diputados para ver la viabilidad de su aprobación.
Hasta entonces, se conocerán detalles y se discutirá la conveniencia de aprobar la pretendida ley, y de aplicar algunos ajustes que detallarán nuestros representantes populares, de acuerdo con una agenda nacional pactada para que llegara la Cuarta Transformación y que verdaderamente cumpla haciendo la tan cacareada justicia prometida desde hace más de un siglo, cuando arrancó aquí en Puebla la Revolución Mexicana.
Es interesante conocer los números con los que las autoridades hacendarias promediaron el presupuesto. Por ejemplo, desde este noveno mes del año están calculando una inflación del tres por ciento. El precio del barril de petróleo en 49 dólares y un tipo de cambio de la divisa internacional de 20 pesos.