Platicamos ayer con el notario Nicolás Vázquez Alonso, quien nos explicó la función tan importante que realizan los notarios en Puebla y en el país. Él pertenece a una familia de notarios públicos que se inició con su abuelo, el licenciado Nicolás Vázquez Arreola, quien fue uno de los primeros cuatro notarios que hubo en la entidad. Su padre y un hermano suyo atienden esa notaría ubicada en el primer jardín de El Carmen y él, la que se encuentra en la 17 Poniente, barrio de Santiago.

 

Es presidente de los Mediadores del Estado de Puebla que dentro de sus funciones están la de llegar, mediante el diálogo, a arreglos entre las partes en algún conflicto de derecho civil.

 

La mediación ha evitado confrontaciones entre las partes de un juicio civil, un sistema en el que prevalece el diálogo entre las partes con un intermediario que puede ser un notario.

 

Ese sistema creado por el licenciado Guillermo Pacheco Pulido en la entidad cuando ocupó la presidencia (la ocupó en dos ocasiones) del Tribunal Superior de Justicia. Incluso es autor de un texto que utilizan los abogados que llevan un curso de especialización en esta materia.

 

Negó que los notarios sean ‘careros’, lo que pasa es que en muchos asuntos, sobre todo en procesos sobre herencias, creación de empresas, etcétera, hay necesidad de pagar elevados impuestos y eso es lo caro. Los honorarios de los notarios son fijados por una tarifa aprobada oficialmente.

 

El notariado es una actividad noble que evita muchos conflictos entre particulares y que garantiza seguridad a los propietarios de inmuebles, a los socios de empresas y que además está muy vigilada por el gobierno, sobre todo en las actas constitutivas de negocios o empresas que podrían ser falsas con la finalidad de ‘lavar’ dinero sucio.

 

En esos casos, los notarios corren riesgos si no cumplen con los requisitos exigidos por la ley, que es muy minuciosa y que conllevan penas de muy elevadas multas y hasta la cancelación de la patente de la notaría.

 

Está por iniciarse el mes —septiembre— del testamento que permite a muchas personas herederas de propiedades con un valor catastral hasta de 500 mil pesos obtener la escritura pública  de la propiedad heredada, pagando sólo mil quinientos pesos.

 

El notario Vázquez Alonso tiene una idea para mejorar este tipo de apoyo a quienes menos tienen, que propondrá al Consejo de Notarios para que se hagan las gestiones necesarias ante las autoridades estatales y municipales a fin de que haya un mayor beneficio para la ciudadanía.

 

Actualmente hay en la entidad más de 150 notarías que exceden el número de las que debería tener, pero en el gobierno de Moreno Valle Rosas se aprobó la creación de 29 notarías más, el número más elevado que se haya autorizado en sexenios anteriores.

 

Todo parece indicar que el problema surgido entre dos corrientes de Morena al interior del Senado de la República va en camino de solución al decidir Martí Batres no recurrir a la denuncia de fraude, sino resolverlo al interior del partido mediante el diálogo y la negociación.

 

Pero no se crea que los problemas del partido de Andrés Manuel López Obrador terminan ahí. Ya se está ‘cocinando’ otro grave enfrentamiento entre los morenistas, pues los días 23 y 24 de noviembre habrá de elegirse la nueva dirigencia nacional de ese partido y doña Yeidckol Polevnsky quiere reelegirse. Para eso está proponiendo que se deseche el padrón que contiene los nombres de tres millones cien mil afiliados, que considera irreal, es decir, ‘inflado’ y se adopte el padrón inicial de un millón 700 mil militantes.

 

Esto va a provocar un nuevo enfrentamiento interno que irá minando cada vez más la confianza en el partido que obtuvo en el 2018, la votación más elevada en la historia del país. ¿No se darán cuenta de esto los dirigentes de Morena?

 

Deberían ubicarse en la realidad: Andrés Manuel López Obrador es el nombre mágico que llevó al poder a cientos de diputados, senadores, presidentes municipales. Ellos, en su inmensa mayoría, eran ilustres desconocidos, pero el nombre del líder los arrastró y ahora ocupan posiciones importantes en la política mexicana. No es justo que con sus actitudes contribuyan a desgastar a un presidente que, por lo que se está viendo, tiene la intención de cambiar para bien a este país, lleno de problemas entre los que predominan: la inseguridad, la violencia, la pobreza, la desigualdad, la corrupción y la impunidad.