La alcaldesa Claudia Rivera Vivanco puede respirar con tranquilidad: en la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública que se aprobará mañana no se incluirá la facultad del gobernador para designar al jefe de la Policía del municipio de su residencia. Esto es, Luis Miguel Barbosa renunció a ‘decapitar’ a Lourdes Rosales de la SSPTM y designar a un nuevo secretario. En teoría, se trata de un armisticio político.

De acuerdo con la postura adelantada por Gabriel Biestro, las intervenciones en seguridad pública en los municipios se darán mediante la firma de convenios con el gobierno estatal, lo que también implica la eliminación de los actos autoritarios que se dieron durante el galicismo, cuando la SSP asumió por decreto las funciones de seguridad en cuatro municipios. Esto es, se darán acuerdos políticos, no imposiciones.

En algo debe haber ayudado el último diagnóstico de la seguridad pública en la capital, pues Lourdes Morales recibió una bocanada de oxígeno con el dato del descenso del 13 por ciento en la incidencia delictiva en el comparativo de mayo a junio. Un dato que, contrastado contra los incrementos en San Andrés y San Pedro Cholula, evidencia que algo sí se hizo bien en esta ocasión en la SSPTM.

¿Cuánto le durará el crédito a Lourdes Rosales y a su jefa Claudia Rivera? Por lo menos dos o tres meses, el tiempo suficiente para que Luis Miguel Barbosa llegue al poder dentro de una semana, y comience a activar su estrategia con el nuevo titular de SSP. Mientras tanto, los dolores de cabeza se darán en otros lados: San Martín Texmelucan, el corredor de Huejotzingo hasta llegar a las Cholulas.

Extraoficialmente se sabe que el vicealmirante Miguel Idelfonso Amezaga Ramírez ya busca perfil para ocupar la Dirección de Policía de Tehuacán, pues en acuerdo con el edil Patjane, el segundo municipio en importancia sería el primero en ser intervenido en los primeros días del gobierno de Barbosa, para luego ir a arreglar Texmelucan.

Revertir el desgaste de imagen de Claudia Rivera costará trabajo. Por lo menos los mismos ocho meses que se ‘tiró a la hamaca’ y se dejó gobernar por la frivolidad. Precisamente esta semana un grupo de inspectores de la capital y juntas auxiliares se reunieron con la alcaldesa para reclamarle el incumplimiento a su promesa de regresar con programas y acciones.

El rumbo de Rivera es todavía errático, porque en esa reunión con inspectores le ‘echó la bolita’ a los diputados de Juntos Haremos Historia. Según la alcaldesa, los que prometieron “sin derecho y en exceso” fueron los candidatos a diputados en la campaña 2018, pero ella no lo hizo.

Tuvieron que pasar casi ocho meses de gobierno para ver el mejor rostro de Rivera Vivanco. Ocurrió la noche del 10 de julio, cuando la tragedia se enseñoró en Santo Tomás Chautla. Esa noche la alcaldesa tomó el ‘toro por los cuernos’ y unos minutos después del deslave llegó al lugar, atendió la crisis de forma humanitaria y cercana a la sociedad, que es lo único que espera de las autoridades.

En una balanza, el gobierno de Claudia es hoy mejor cualitativamente que los de Karina Pérez Popoca y Luis Alberto Arriaga. Del ex lector de noticias ya no hay nada que decir: tras su turisteo a La Guelaguetza, no se le ocurrió mejor idea que subirse un avión e irse a vacacionar a Cuba cuando ni ha cumplido un año de funciones. Mientras en San Pedro aumentó la delincuencia 45 por ciento, el alcalde se toma un delicioso y refrescante mojito en Varadero.

¿Y de Karina Pérez Popoca? Su enfrenamiento con todo San Andrés le cierra definitivamente la puerta a una mejoría. No sólo crece la delincuencia, se enfrasca con los intereses inmobiliarios del municipio. La muerte trágica del niño Micky o Miguelito la desnudó por completo, pues ella turisteaba en La Guelaguetza mientras un menor de 10 años murió sin una respuesta gubernamental sensible y solidaria.

La evaluación del tablero de control en este momento, no dentro de un mes, es muy clara: Claudia abandonó el foco rojo para colocarse en amarillo, mientras que Karina y Arriaga pasaron del amarillo al rojo producto de su frivolidad e ineficiencia.

¿Cuáles serán las consecuencias del viaje a Cuba de Arriaga? Muy pronto podríamos verlas, pues el gobernador electo, dentro de una semana constitucional y en funciones, ha dado muestras sobradas de que sabe tener mano dura, y que no duda en aplicar la rudeza política cuando es necesario. Que se agarre el hombre del bigote para su regreso.