A diferencia del caos que vive el Gobierno federal en materia de seguridad pública, acentuado a partir de la crisis de Culiacán y la liberación del Chapito, el gobierno de Luis Miguel Barbosa tiene buenas noticias en el tema que más nos importa a los poblanos.
Si alguien pensó que el compromiso afirmado en la toma de protesta de luchar contra la delincuencia era palabrería o retórica, solamente debe atenerse al tema de las cifras del SNSP.
En sus dos meses al frente del gobierno, la incidencia delictiva tiene una clara tendencia a la baja. En julio, el último mes del gobierno interino de Pacheco Pulido, se cometieron 7 mil 670 delitos de acuerdo con los datos del SNSP. Para agosto, el primer mes de Barbosa, la cifra bajó a 6 mil 620, y ahora, ya con los números de septiembre, la incidencia volvió a bajar para situarse en 5 mil 531.
Eso significa que, en números netos, Barbosa recibió el estado con 7 mil 670 delitos y dos meses después lo tiene en 5 mil 531. Es decir, se cometieron 2 mil 139 delitos menos. Se dice fácil, no lo es. El descenso neto es de 28 %.
En el gobierno de Barbosa debe haber fiesta con el vicealmirante Amezaga y el equipo que llegó a la SSP. Después del traspié de Tepexco, una verdadera novatada, se pusieron las pilas. También hace la diferencia un gobernador que está dedicado al tema las veinticuatro horas, no anda perdido en ensoñaciones presidenciales ni dedica sus días a cantar.
Por supuesto, dos meses a la baja en la incidencia delictiva, esto es, de los delitos denunciados ante Fiscalía, puede parecer poco, pues una golondrina no hace verano. En el acumulado anual incrementaron los delitos en un 32 % en el periodo enero-septiembre respecto al mismo periodo del año pasado, pasando de 45 mil 233 denuncias a 59 mil 693.
Pero en los delitos de alto impacto, excepto el secuestro, la mejora es consistente. Por ejemplo, en el homicidio calificado y feminicidios se pasó de 107 víctimas en julio, 103 en agosto y 98 en septiembre. Es uno de los delitos sin cifra negra y la caída es de casi 10 %.
Los robos se redujeron en un promedio de 19.6 % al pasar de 3 mil 432 a 2 mil 752, pues tres de los cuatro delitos tipificados como robo se redujeron, mientras uno tuvo un aumento, el de transportistas.
El mérito de la caída en la incidencia, sin embargo, es repartido.
En esta buena noticia participa la titular de la SSPTM, Lourdes Rosales, muy cuestionada a lo largo del año pero que con la implementación de su nueva estrategia de nueve vectores en la capital logró bajar la incidencia delictiva en 33 %. O dicho de otra forma: si bajó la incidencia delictiva en el estado un 16 %, ocurre así porque en la Angelópolis bajó 33 %.
La capital arrastra al estado en la mejoría de la incidencia delictiva: en agosto de 2019 ocurrieron 2 mil 550 delitos mientras que en septiembre fueron mil 707, es decir, 843 delitos menos.
Ahora pues, hay que sostener la tendencia a la baja y profundizarla. Al vicealmirante Amezaga le van a llegar refuerzos pronto: nada más y nada menos que mil patrullas pick up luego de que se diera el fallo de la segunda licitación por el arrendamiento.
En el caso de Lourdes Rosales, para profundizar su estrategia de dividir la capital en vectores para una respuestas más rápida, también viene, pues en la calle de patrullas y teléfonos especiales que servirán para geolocalizar a los policías.
La disminución en la incidencia delictiva es un paso adelante que no debe perderse entre la marea diaria de noticias.