Sábado, 20 de Abril del 2024
Jueves, 23 Enero 2020 02:40

Amor con amor se paga

Amor con amor se paga Escrito Por :   Arturo Rueda

Como amor con amor se paga, Luis Miguel Barbosa bautizó la aspiración presidencial de Ricardo Monreal, que arrancó su camino rumbo al 2024 en Puebla rodeado prácticamente de todas las figuras locales de la 4T: además del gobernador, su pupilo Armenta, Gabriel Biestro, Claudia Rivera Vivanco.


 

En marzo de 2019, cuando la batalla jurídica en el TEPJF por la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla se le salió de control a Yeidckol Polevsky pues Alejandro Armenta no cedía en darle paso al candidato natural que era Luis Miguel Barbosa, Ricardo Monreal tuvo una intervención providencial que evitó la ruptura con efectos imprevisibles.

 

El presidente del Senado apaciguó a Armenta, lo sentó con Barbosa para firmar un acuerdo del que fungió como testigo de honor y operador. El contenido del acuerdo nunca trascendió, pero es evidente que Monreal maniobró en beneficio de sí mismo antes que de su pupilo.

 

Como amor con amor se paga, Luis Miguel Barbosa bautizó la aspiración presidencial de Ricardo Monreal, que arrancó su camino rumbo al 2024 en Puebla rodeado prácticamente de todas las figuras locales de la 4T: además del gobernador, su pupilo Armenta, Gabriel Biestro, Claudia Rivera Vivanco.

 

Aunque faltan cuatro años para la sucesión presidencial de López Obrador, el senador trabaja con desvelo para superar desde hoy a Claudia Sheinbaum  —la favorita de Palacio Nacional— que ya en 2018 le quitó la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. No le va a volver a ocurrir.

 

El pretexto de esa precampaña no es nada creativo: la presentación de un libro. Sin embargo, fue suficiente para placearse con el beneplácito del gobernador, que le permitió usar Puebla como plataforma de lanzamiento, pues es el primer evento de esa carrera madrugadora.

 

Antes de la presentación, fue recibido por Claudia Rivera Vivanco en Palacio Municipal y de ahí se trasladó al Museo Virreinal, que tuvo casa llena. La presencia del gobernador también le dio vida a otra carrera: la de Alejandro Armenta para suceder a Barbosa en 2024.

 

 

Como la política tiene sus tiempos de congelamiento y descongelamiento, apenas Armenta recompuso su relación con el gobernador, a quien comenzó a darle trato de jefe político en el estado. Abandonó su postura de bravatas y ahora informa de todos sus movimientos, así como de las reuniones que sostiene con grupos.

 

Ironías de la lucha por el poder al interior del barbosismo, durante 2019 el enemigo público del grupo era Armenta y el aliado Manzanilla, ahora es todo lo contrario: Manzanilla está fuera del gobierno y fuera del grupo, mientras que el oriundo de Acatzingo es el nuevo aliado de moda.

 

El cambio de órbita de Armenta refleja que en el barbosismo, los enemigos del ayer pueden volverse aliados, y viceversa, los aliados del ayer puede convertirse en los enemigos del hoy.

 

 

La ambición no duerme, no descansa, escribió Shakespeare en la tragedia Macbeth. Esa ambición detona en la Cuarta Transformación una carrera sucesoria presidencial muy adelantada en la que destacan tres personajes: Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

 

De eses tres perfiles, es Ricardo Monreal el que corre por fuera. Ebrard es una especie de vicepresidente que espera su momento, y la agobiada Sheinbaum es la favorita sentimental de AMLO, pero no parece que pueda con el paquete de gobernar la complejísima CDMX.

 

A Monreal sólo le queda madrugar para llegar en forma a 2024 y evitar que le ocurra lo mismo que en 2018, cuando no pudo superar a Sheinbaum en la encuesta por CDMX, y tentado por varios frentes, después de un mimiquis que le sirvió para negociar la presidencia del Senado, se quedó del lado de la Cuarta Transformación.

 

Su carrera madrugadora va en serio, tanto que en Puebla tuvo una capacidad de convocatoria que no tiene ni Bertha Luján ni Yeidckol Polevsky: sentó a su mesa desde el gobernador Barbosa hasta el cucaracho José Juan, ubicado en la mesa principal de la comida de los empresarios, al lado de su ¿esposa? Nancy de la Sierra.

 

Mientras, el más feliz de todos, era Alejandro Armenta, quien vio fuera del gobierno a su aborrecido Manzanilla, mientras que él tiene permiso para moverse, siempre que informe de todos sus movimientos.

 

 

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