Familiares e internos del Cetro de Reinserción Social (Cereso) de Huejotzingo se encuentran molestos con las autoridades de este centro penitenciario, encabezadas por José Rubén Rojas Esteves, pues cobran cuotas por cualquier cosa, además permiten la entrada de artículos prohibidos como celulares, bebidas alcohólicas y drogas.

De acuerdo con información en poder de CAMBIO Regionales, las quejas en contra del director del Cereso de Huejotzingo se incrementaron por la corrupción que él mismo encabeza, a esto se suma el que sólo acude a laborar una vez por semana al centro penitenciario y los martes es cuando cobran cuotas a los internos.

Se mencionó que Rojas Esteves sólo acude los martes al Cereso, ya que el resto de los días se mantiene dando clases en una escuela en la capital poblana donde forma parte del plante docente.

En este sentido, se informó que el director nombró a una persona de su confianza para realizar el cobro de visitas para ver a los internos los días miércoles y domingos, cuyo costo es de cien pesos, en tanto que por una visita conyugal los internos tienen que pagar 700 pesos.

 “Se tiene que pagar por el ingreso de comida, dulces, carpintería, ferretería y drogas, a esto se suma el cobro de 500 pesos por el uso de celulares para los internos, que cada uno de los 150 internos cuenta con un celular para poder realizar llamadas”, señaló la fuente.

Familiares indicaron que tiene que pagar protección para sus seres queridos presos ya que en ocasiones mandan a los guardias o a los mismos reclusos a golpearlos, la protección va de los tres mil hasta los siete mil pesos, dependiendo la posibilidad económica con la que cuente el recluso.

Los afectados piden a las autoridades correspondientes tomar cartas en el asunto ya que desean que sean investigadas dichas irregularidades al interior del Cereso de Huejotzingo, donde se tiene que pagar hasta por ingresar alimentos.

Interno muere tras recibir golpiza

Recordemos que el pasado mes de marzo un interno del Cereso de Huejotzingo falleció tras una golpiza que recibió al interior del penal que lo llevó a estar internado dos meses en el Hospital General de Huejotzingo, donde le realizaron diferentes operaciones, una de ellas para extirparle el vaso y otra más por perforación de un intestino.

Cabe señalar que los familiares de este recluso, de nombre Miguel Ángel N, presentaron denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por las agresiones que sufrió al interior del centro penitenciario.