La negligencia de la empresa Servicios Aéreos del Altiplano SA (SAASA) para autorizar el cambio del actuador lineal con número de serie terminación 118, a solicitud de Rotor Flights Services, le habría costado la vida a Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, de acuerdo con el informe técnico de la investigación dado a conocer el viernes por la SCT, que detalla que esta pieza del helicóptero Agusta Westland 109S no fue reemplazada.
Aunque el informe final será dado a conocer hasta 2020 y el preliminar dado a conocer insiste en que su objetivo no es señalar causas ni responsabilidades civiles y/o penales, el fallo del actuador lineal es el detalle más importante que presenta y una de las once causales potenciales que pudieron provocar el accidente mortal.
Sin embargo, especialistas consultados por CAMBIO rechazaron que el fallo de ese actuador lineal pueda causar la pérdida del control total de la aeronave, ya que esta pieza sólo funge como un ‘compensador’, por lo que en caso de quedar inútil únicamente afectaría hasta en un siete por ciento el control de maniobra de la aeronave al cambiar a modo manual.
El intercambio de correos entre la empresa dedicada al mantenimiento de aeronaves y la empresa dedicada al arrendamiento de ‘taxis aéreos’ determinó que esta última, propiedad de los hermanos Rafael y José Antonio Torre Mendoza, pospuso la instalación de la refacción debido a que la agenda de la unidad XA-BON se encontraba ‘movida’.
La descripción de cinco testigos, quienes describieron la caída en pique de la aeronave, coincide con el desperfecto del actuador lineal, según el informe ‘preliminar’ publicado el pasado viernes por parte de la SCT y la Agencia Federal de Aviación Civil.
Aunque dicho informe no atribuye directamente al actuador lineal del desplome, reconoce que esta falla es una de las 11 teorías o escenarios que planteó el fabricante Leonardo Helicopters sobre las causas de la pérdida total del control de vuelo.
No obstante, será hasta el primer trimestre del próximo año que ya se cuente con el dictamen final, luego de que se integre dentro del expediente las carpetas de investigación por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y de la Fiscalía General de la República.
Rotor Flights informó en tres ocasiones que actuador debía ser reemplazado
A poco más de diez meses del siniestro, el Gobierno federal a cargo de Andrés Manuel López Obrador empieza a dar claridad acerca de lo ocurrido durante el ‘helicopterazo’ mediante este informe técnico que se encuentra al interior del expediente ACCDTARA004/2018MMPB de la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes e Incidentes de Aviación.
Por la tarde del pasado viernes se publicó a través del portal de la SCT el informe de hechos de la investigación que lleva a cabo la dependencia federal sobre la caída de la aeronave Agusta Westland en el que perdieron la vida los pilotos Roberto Copee Obregón, Marco Antonio Tavera Romero, además de los ex gobernadores Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle y el asesor de este último, Héctor Baltazar Mendoza.
El documento de 48 páginas da cuenta de las actuaciones realizadas después de que se dio a conocer la caída del helicóptero, pero también informó sobre las condiciones en las que viajaba la aeronave, la cual reveló que hasta el día del incidente no registraba ningún tipo de accidente desde que fue puesto en circulación en 2011, cuando era propiedad de la empresa Eolo Plus.
En agosto de 2016, la unidad fue adquirida por los hermanos Torres Mendoza para ser pate de su flotilla de ‘taxis aéreos’, quienes en ese mismo año celebraron un contrato con la empresa Rotor Flights Services para delegarle la responsabilidad del mantenimiento de la aeronave.
“El 18 de septiembre de 2017 el área de mantenimiento abrió la discrepancia 030/2017, cuando el helicóptero tenía 1,677:47 horas, por ‘(...) por reporte de vuelo. La aeronave se desvía de rumbo hacia la izquierda ocasionalmente con el director de vuelo engarzado. Se efectuaron pruebas operacionales conforme al mm ref 0BA-22-11-00-00A-340A-A, encontrándose dañado un actuador lineal del eje de roll. Requiere reemplazo (...)’”, cita el informe preliminar de la SCT.
Esta fue la primera ocasión que Rotor Flights Services comunicó sobre la falla que presentaba el actuador lineal identificado con el número de serie con terminación 118, pieza que fue comprada a Precision Aviation Group Inc en condición de ‘overhaul’; es decir, que esta pieza ya era de ‘segunda mano’ y que fue reparada en abril del 2017.
Sin embargo, no sería la única ocasión que la tripulación informara de una falla similar, pues el 4 de julio del 2018. Diez meses después de la primera falla, el actuador presentó la misma anomalía.
“El actuador de roll del SAS2 N/S ...118 removido fue enviado a reparación al Taller Precision Accesories & Instruments (PHP-PAL), el taller generó el formato FAA 8130-3 de fecha 30 de agosto de 2018, certificando que dicho componente estaba listo para volver a ser utilizado después de recibir reparación (Overhaul)”, cita el documento. Durante este tiempo la aeronave funcionó sin ningún problema con una pieza prestada del helicóptero XA-AYH modelo A109S.
Dentro del reporte de mantenimiento 21/2018, con fecha 13 de diciembre del año pasado, se documentó nuevamente acerca de la ‘desviación en vuelo’, a pesar de sólo contar con 102 horas de vuelo, por lo que se requirió ser reemplazado, mantenimiento que debió ser efectuado tres días después.
Por agenda movida, SAASA forzó la máquina
Esta situación presentaba un problema para los hermanos Torre Mendoza, pues el remplazar uno de los actuadores lineales de una de sus naves representaba perder clientes, por lo que decidieron de forma negligente sólo ‘subsanar’ la falla para que la aeronave continuara trabajando.
Así consta en los correos electrónicos a los que tuvo acceso la SCT, en los que se detalló que por una ‘agenda movida’, la empresa SAASA decidió que la aeronave con matrícula XA-BON continuara operando.
“(...) Me comenta el cliente que si se lo quitan deja la máquina fuera de servicio y ahorita con la agenda algo movida por eso no se puede parar o dejar fuera de servicio estos días, se está viendo también el modo de cómo hacer para que no se quede fuera de servicio (...)”, cita el comunicado, por lo que los técnicos sólo realizaron un ‘troubleshooting’, aislando la falla en el actuador de roll del SAS2, señalando que esta pieza requería ser reemplazada.
Aunque la SCT no determina esta falla como la causante del incidente, sí provoca la sospecha de que la negligencia por parte de los dueños de la aeronave ocasionó la caída de la nave, toda vez que el mal funcionamiento de parte de uno de los actuadores lineales pudo provocar el fatal accidente.
Cabe recordar que la empresa SAASA desapareció dos días después del incidente, borrando todo rastro de ella en internet, además en el recorrido realizado por CAMBIO a la dirección de sus instalaciones se pudo comprobar que se trata de una fábrica textil de los hermanos Torre Mendoza, desde donde operaba logísticamente la empresa dedicada al arrendamiento de los ´taxis aéreos’.
Especialistas echan abajo teoría del actuador lineal
Las autoridades federales han ‘vendido’ la falla de los actuadores lineales como su carta más fuerte para explicar el incidente del pasado 24 de diciembre en el que perdieron la vida cinco personas.
Incluso esta teoría desbancó las hipótesis de la falla en la tijera del rotor, la pieza ‘pirata’ y el estallido de la batería principal; sin embargo, especialistas consultados por CAMBIO refirieron que la falla de esta pieza no provocaría la caída ‘inusual’ de la aeronave, incluso aseveraron que podría seguir navegando.
“El actuador lineal sólo es un compensador eléctrico, que aumenta la autoridad de control a las varillas de cambio de paso. En el extremo que se llegaran a trabar, no tiene mayor impacto, sólo es volar manual. Por otro lado, esta falla no podría haber hecho el efecto que el rotor dejara de girar como es la evidencia que llegó a tierra el helicóptero”, citó el especialista con más de 20 años de experiencia.
Esta parte que se ubica sobre el techo del costado izquierdo de la aeronave, a pesar de no ser de vital importancia, guarda una estrecha relación con el rotor principal, de acuerdo con los diagramas en poder de CAMBIO, sin embargo su pérdida sólo representa una pérdida del control de un siete por ciento, por lo que no consideran viable esta teoría, dejando entrever que el misterio sobre las causas reales continuara siendo una incógnita hasta que se presente el dictamen final, mismo que está calendarizado para ser presentado durante el primer trimestre del 2020.
Testigos convalidan caída en pique del Agusta Westland
A un mes del incidente durante una rueda de prensa, el titular de la Secretaría de la SCT, Javier Jiménez Espriú, calificó como ‘inusual’ la caída del helicóptero Agusta Westland después de que cayera en un ángulo de 60 grados sobre sus hélices, formando un boquete de poco más de cinco metros de diámetro y casi dos de profundidad.
Dicho comportamiento coincide, según los especialistas que apoyan la investigación, con el relato de al menos cinco testigos, quienes el pasado 24 de diciembre observaron la caída en pique de la aeronave donde viajaba la ex gobernadora y su esposo.
“Me encontraba cuidando el ganado a unos 100 metros... escuché un ruido como si se estuviera escapando el gas con presión, al voltear al cielo me percate que era un helicóptero (...), de momento perdió altura y empieza a caer en picada girando en forma de espiral (...), escuchando una fuerte explosión”, dijo el primero de los testigos, mismo que coincide con las otras cuatro declaraciones.
“Escuché cómo pasaba un helicóptero de color blanco, al pasar arriba de mi domicilio se escuchó el cambio del sonido del motor del helicóptero, por lo que seguía observándolo, me doy cuenta cómo empezó a girar dando aproximadamente tres vueltas (...), percatándome que su impacto fue de punta hacia adelante, incendiándose en el momento del impacto”, tras estas declaraciones, los técnicos y especialistas se dedicaron a la inspección de los componentes de control en los restos que dejó el ‘helicopterazo’.
Carlos Cózatl
@cr_cozatl