Jueves, 17 de Julio del 2025
Indicador Político

Sin un arreglo de por medio ni conversaciones conocidas, el presidente Joseph Biden tomó la decisión unilateral de extender el modelo intervencionista de organizaciones criminales transnacionales que había definido el presidente Obama y extendido el presidente Trump, y con ello prepara una mayor intervención estadounidense directa, supranacional y activa en México para desmantelar cárteles y arrestar y deportar capos.

Un inocultable escándalo de corrupción comienza a ser destapado por algunos medios fuera del establishment mediático dominante en EE UU: las pistas que ofrece la computadora de Hunter Biden sobre los negocios al amparo del poder de su padre como vicepresidente del Gobierno de Barack Obama.

A dos años de iniciar sus labores, la Guardia Nacional aparece como una institución sólida, diferente a la antigua Policía Federal y con un despliegue casi completo en toda la República. Sin embargo, la estrategia de construcción de la paz ha cumplido su primera fase de apoyos sociales, pero ha ido retrasando la conclusión en la construcción de una estructura integral de seguridad.

El tono de las conferencias presidenciales en el tema de la prensa ha encontrado un referencial en casos como el del periodista de televisión Jorge Ramos. El tete-a-tete del lunes de esta semana no fue una lección de periodismo, sino una expresión del antiperiodismo: la prensa puede ser también intolerante ni tampoco constituirse en un tribunal inquisitorial de confrontación.

En pasadas sucesiones presidenciales, la intención de analistas y periodistas por adivinar el nombre del siguiente ungido apareció sin una metodología formal y todo quedó en tratar de adivinar los signos y señales a los gestos del presidente en turno, sobre todo después de su primer trienio de gobierno.

La columnista del diario New York Post, Miranda Devine, publicó el pasado 30 de junio algunos datos encontrados en una computadora de Hunter Biden, hijo del hoy presidente Joseph Biden. Y entre muchas fotografías apareció una donde el tráfico de influencias llevó a empresarios mexicanos a negocios petroleros desde el poder.

Con una agenda electoral migratoria diseñada en forma exclusiva para confrontar a Donald Trump, el presidente Joseph Biden está encarando un grave, peligroso y creciente desorden en la frontera México-EE UU y está afectando sus consideraciones respecto a la política de lucha contra el crimen organizado transnacional.

En medio de la complicada agenda nacional por temas detonados por el resultado electoral del pasado 6 de junio, el expediente de seguridad fronteriza México-EE UU ha sido reactivado con mayor intensidad desde la Casa Blanca por el fracaso de la visita de la vicepresidenta Kamala Harris.

El saldo de la primera mitad del gobierno lopezobradorista debe ser asumido con racionalidad maquiavélica para entender las posibilidades de la segunda mitad: el proyecto no está donde quería estar, pero tampoco donde los opositores quisieran tener.

Cuenta la tradición oral del sistema político priista que todo presidente de la República busca imponer un sucesor a modo para seguir ejerciendo el poder más allá del límite sexenal. Sin embargo, ha quedado muy claro que el régimen priísta es una monarquía unipersonal sexenal, hereditaria y no continuista.

Ante la vigencia del mismo sistema político priista y sus reglas y protocolos, el país entró de lleno a la fase dos de la sucesión presidencial de 2024: la etapa en la que el presidente saliente comienza a operar sin disimulos la designación del candidato del partido en el poder.

La reunión encabezada por el presidente Biden en Ginebra para relanzar el dominio militar y geopolítico de Estados Unidos sobre la OTAN y Europa, pareció pasar desapercibida en México. Sin embargo, ahí se dieron elementos suficientes para entender el debate del militarismo estadounidense vis a vis, el llamado militarismo mexicano.

Las recurrentes referencias de organizaciones extranjeras sobre la militarización en México carecen de un marco histórico que en México explica el hecho de que las Fuerzas Armadas son la institución que recibe el máximo apoyo y confianza de la sociedad.

De manera sorpresiva y acicateado por el resultado electoral real, el presidente López Obrador adelantó la agenda, tiempos y circunstancias de la elección presidencial de 2024 y dejó entrever los indicios de que el proceso de sucesión será igual al de los tiempos del viejo PRI.

Obsesionado por apropiarse con el crédito electoral de las elecciones del pasado 6 de junio, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, ha entrado en una autopromoción neurótica de que las elecciones fueron las más limpias en toda la historia del universo. Sin embargo, los datos de descomposición del sistema de representación política de la incipiente democracia mexicana revelan que el INE falló en el proceso electoral.

Con una foto de portada del General Secretario mexicano Luis Cresencio Sandoval González, la revista Proceso armó esta semana en un mismo número un periodicazo contra la Secretaría de la Defensa Nacional para encubrir un saldo sangriento en un choque en marzo de 2011 en Piedras Negras, Coahuila, provocado por la DEA y el cártel de Los Zetas.