El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina, expresó su pesar por el enfrentamiento armado en Chilpancingo, Guerrero, donde un normalista de Ayotzinapa perdió la vida y otro resultó herido.
Durante la sesión informativa en Michoacán, aclaró que no se trató de un choque entre policías y manifestantes, sino de un operativo policial contra ciudadanos. Según sus declaraciones, dos jóvenes fueron interceptados por la policía en un retén tras regresar de los festejos de la Normal de Ayotzinapa en Tixtla, descartando relación con las protestas de los normalistas.
Este suceso ocurrió un día después de que protestantes embistieran la puerta de Palacio Nacional durante la “mañanera” del 7 de marzo, por lo que el presidente solicitó una “coperacha” para pagar los daños.
A una década de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, las manifestaciones persisten debido a la falta de esclarecimiento en las investigaciones. Según Vidulfo Rosales, abogado de los padres de familia de los normalistas de Ayotzinapa, las protestas continuarán hasta obtener respuestas.
López Obrador prometió informar diariamente sobre los acontecimientos y anunció que la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, proporcionará más detalles en la tarde. Expresó su deseo de evitar pérdidas de vidas y provocaciones, instando a una actuación responsable de todos los involucrados.