Temen en Eloxochitlán que se repita la tragedia


La carretera de la muerte sigue siendo un peligro para los lugareños


Efraín Núñez Calderón / Eloxochitlán / Enviado

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Tercera y última parte

 

Las intensas lluvias registradas en la Sierra Negra, han complicado los trabajos de reconstrucción en la carretera de La Muerte que a un año de la tragedia en la que fallecieron sepultadas 32 personas, no presenta avances significativos.


Un ejemplo de ello, es la construcción del Puente Eloxochitlán, que se lleva a cabo a las afueras de la población a luego de que se registró un deslave de gran magnitud.


Estas obras han dejado una angosta vereda fangosa por la cual los pobladores de la zona tienen que transitar para salir o entrar a ese municipio, poniendo en riesgo sus vidas.


Son 300 metros los que cruzan por “un carril” de no más de 5 metros de ancho, sin dejar de acelerar y sin frenar so pena de quedar atascados, teniendo a un costado un cerro que cada día es más inestable por las precipitaciones pluviales.


Los habitantes y los residentes de la obra de la SCT advierten que con las condiciones climatológicas y del terreno de la zona puede suceder una tragedia similar a la del 4 de julio de 2007, en la que fallecieron sepultadas 32 personas.


La SCT colocó una trabe de concreto en este punto que corresponde al km 0+500 del camino Eloxochitlán-El Tepeyac. Sin embargo, la dependencia no especifica en su relación de obras, que los trabajos iniciaron después tras el derrumbe.


Con radios y banderolas, personal de la secretaría indica a los automovilistas el momento en el que deben pasar por el camino fangoso. Cuando lo autorizan sólo se puede transitar en un solo sentido, hacia Tehuacán o Tlacotepec de Porfirio Díaz.

 

El cerro se
desmorona


La intensa precipitación pluvial que cayó el viernes pasado complicó los trabajos, revela uno de los residentes a Cambio. El terreno blando y resentido, ha provocado que el cerro literalmente se esté desmoronando.


No existe estructura alguna que intente detenerlo y con el tránsito vehicular el terreno se afecta cada vez más, reduciéndose el margen de maniobra de los automovilistas en caso de un derrumbe mayor. Pasar por allí es desafiar a la fortuna.


Los trabajadores, algunos oriundos de Eloxochitlán, otros de lugares tan lejanos como Amozoc, aseguran que es cuestión de tiempo para que las grietas que ya se registran en el cerro, cedan ante el peso que tienen encima y la tierra se venga abajo.


Temen por sus vidas, pero deben seguir trabajando. Como los trabajos están detenidos, deben estar al pendiente de que los automóviles no se atasquen, aunque para ello deben protegerse de la lluvia con apenas unos hules sobre su cabeza.
Un tráiler se atascó el sábado por la tarde, el tráfico se detuvo por espacio de media hora, mientras un tractor de trascabo usó toda su potencia para mover el vehículo. No hay más que esperar. En la Sierra Negra por momentos el tiempo se detiene.

 

Bomba
de tiempo


Los más de 60 kilómetros de la carretera de la muerte Azumbilla-Tlacotepec de Porfirio Díaz son una bomba de tiempo, debido a que desde el inicio de esta vía se registran baches, infinidad de derrumbes, asfalto hecho añicos, barras de contención destrozadas, ausencia de señalización, curvas peligrosas y demás defectos que no han sido corregidos a pesar de las inversiones millonarias que anunció el gobierno del estado para evitar otra tragedia.


El 6 de julio de 2007, dos días después de la tragedia, la SCT —cuyo titular era entonces Rómulo Arredondo Gutiérrez— anunció una inversión de 29 millones 667 mil pesos con el objetivo de llevar a cabo la “Reconstrucción emergente para mitigar daños por futuros desastres naturales del camino: Azumbilla-Tlacotepec de Díaz tramo: Eloxochitlán-El Tepeyac del Kilómetro 0 + 000 al kilómetro 22+010, en tramos aislados en la localidad de El Tepeyac, en el municipio de Eloxochitlán”.


A pesar de que los recursos fueron liberados desde el año pasado, las obras aún continúan realizándose en algunos puntos del tramo referido donde se realizan obras de bacheo, sin embargo, en el resto de este trayecto los resultados resultaron infructuosos pues los daños a la carpeta asfáltica se atenuaron.


El lunes pasado, la SCT informó que finalmente se invirtieron 70 millones de pesos en esta vía, presupuesto en el que se incluyó la construcción de un tramo alterno al derrumbe —15 millones de pesos— y trabajos en otros tramos de la carretera.


Según esta relación de obras, la SCT también realizó trabajos de reconstrucción y conservación en los tramos: Azumbilla-Vista Hermosa del kilómetro 10+121.1 al 11+683.6; Azumbilla-Vista Hermosa del kilómetro 11+683.6 al 12+000; Vicente Guerrero-Alcomunga; El Tepeyac-Tlacotepec; Nicolás Bravo-Vicente Guerrero y Eloxochitlán-El Tepeyac.


Hay que decir que sólo en algunos de estos tramos se evidencia el trabajo realizado, en algunos otros, los trabajos se realizan actualmente y en la mayoría el asfalto continúa deteriorándose.


En 2007, instancias como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), las autoridades municipales y los pobladores de la Sierra Negra advirtieron acerca de una tragedia por las condiciones deplorables de la carretera.


Un año después, las condiciones no han mejorado en demasía a pesar de que se han aplicado una gran cantidad de recursos. Hoy, el clamor de San Miguel Eloxochitlán y de los deudos de quienes murieron el 4 de julio pasado sigue siendo el mismo y todo parece indicar que aluden a oídos sordos.

 

 

 


 
 
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