Jueves, 25 de Abril del 2024
Indicador Político

Los chistes solicitando información técnica súper especializada sobre el aeropuerto para que un ciudadano de a pie que nunca ha usado un avión se informe sobre el sentido de su voto en la consulta han ilustrado los indicios de que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador aún no ha entendido las funciones del presidente de la República.

La reciente revelación en los EE.UU de un reporte sobre más de 300 sacerdotes acusados de abusos sexuales reabrió en algunos sectores de periodismo de investigación mexicanos el caso del fallecido sacerdote Marcial Maciel, de los Legionarios de Cristo, acusado en 1997 de abusos sexuales de seminaristas. El dato tiene que ver con la aparición de Alfonso Romo como jefe de la oficina de la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

El presidente electo López Obrador, sus seguidores, sus simpatizantes y sus acreedores políticos no se han percatado que han ingresado al territorio de la realidad institucional y que ahí la racionalidad tiene sus reglas, sus muy estrictas reglas.

Si la maestra Elba Esther Gordillo siempre argumentó que su caso era político y no causa penal, entonces los análisis deben ser políticos:

Como los dinosaurios, el PRI se enfila hacia su extinción. El mismo político que salvó al PRI en el 2007, el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, será el encargado de la inhumación final. La operación para reafirmar la presidencia de Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari hasta 2019 llevará a una ruptura interna como la de 1987, cuando el precandidato Carlos Salinas de Gortari tomó el partido por asalto.

La política de austeridad presupuestal anunciada por el jefe electo del Ejecutivo federal se ha convertido en una decisión autoritaria que no sólo invade facultades de autonomía de otros poderes autónomos, sino que implica un mecanismo de control político.

Las designaciones de Miguel Ángel Osorio Chong y de Miguel Ángel Mancera como jefes de las bancadas del PRI y del PRD en el Senado, respectivamente, podrían ser la base de un frente opositor en el legislativo para contrapesar el poderío presidencial de López Obrador. Y si se suma el PAN, entonces la diferencia 61 por ciento-39 por ciento en Senado y 54 por ciento-46 por ciento en diputados sería importante para impedir avasallamientos.

Para mi hermano Carlos Olmos, y su victoria moral

Desde que se anunciaron los foros de seguridad de López Obrador en su campaña, la inseguridad ha sumado más de 10 mil muertos adicionales y algunas decenas de víctimas colaterales. Es decir, la estructura del crimen organizado en los hechos ha ignorado la propuesta del nuevo gobierno en formación para pacificar el país.

Los foros de seguridad de López Obrador parten de un enfoque equivocado: la inseguridad, la criminalidad y los muertos no son asuntos de víctimas, sino de la conversión de partes del Estado en cómplices del crimen organizado; es decir, el Estado criminalizado.

En medio del abandono institucional que se niega a articular variables de seguridad, turismo, estabilidad, gobernabilidad y desarrollo, Guerrero ha podido sortear con alto costo social el efecto terrible de la inseguridad que hundió a Tamaulipas.

1.- El 15 de marzo del 2004 The New York Times publicó el editorial titulado “Acerca de esa elección cerrada” para reafirmar que el libro de memorias de Miguel de la Madrid había confirmado “uno de los fraudes electorales más flagrantes de los tiempos modernos: el robo de las elecciones presidenciales de México en 1988 por el candidato del partido gobernante, Carlos Salinas de Gortari” y que De la Madrid había dirigido ese robo.

El 8 de julio de 2007 Manuel Bartlett Díaz declaró a Reforma: “Carlos Salinas de Gortari no ganó la elección presidencial de 1988”. Pero lo que le faltó decir fue que Salinas se apropió de la elección presidencial gracias al fraude electoral operado por Bartlett como presidente de la Comisión Federal Electoral.

Para la revisión de lo ocurrido en la noche del 6 de julio en la Secretaría de Gobernación y la Comisión Federal Electoral, las dos bajo el control férreo de Manuel Bartlett Díaz, Andrés Manuel López Obrador no necesita ir al PRI o a Carlos Salinas de Gortari, sino revisar las versiones estenográficas de las sesiones en la CFE y en el colegio electoral.

El interés político por la noche del 6 de julio de 1988 ha centrado la atención en la figura de Manuel Bartlett Díaz, hoy flamante director lopezobradorista de la Comisión Federal de Electricidad. Sin embargo, su papel como secretario de Gobernación antes de esa fecha dejó pistas que siguen abiertas en el sistema de inteligencia, seguridad nacional, espionaje y penal de los EE.UU.

Aunque comenzó a trabajar en las estructuras del Estado en 1969, Manuel Bartlett Díaz estaba incorporado en los pasillos del poder priista desde 1966. En el 2006, sin renunciar al PRI, hizo campaña y pidió el voto por el candidato perredista Andrés Manuel López Obrador.