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Miércoles, 10 Octubre 2018 02:19

¿Alianza PRI-PAN? Peor que la PAN-PRD

¿Alianza PRI-PAN? Peor que la PAN-PRD Escrito Por :   Gabriel Sánchez Andraca

En la edición de ayer de este diario se publicó una nota anunciando la publicación en la prensa local de un desplegado mediante el cual un grupo de ‘priistas distinguidos’ rechaza lo que al parecer  pretenden las dirigencias nacionales del PRI y del PAN, conformar un cogobierno en caso de que el Tribunal Electoral Federal ratifique el triunfo de Martha Erika Alonso a la gubernatura del estado.


 

            Ese desplegado, que se publicaría hoy, lo firman los ex presidentes estatales del PRI en Puebla: Valentín Meneses, Juan Manuel Vega Rayet, Jorge Antonio García y Germán Sierra Sánchez.

 

            A ellos se unirían multitud de militantes del partido tricolor, que según muchos priistas consultados ayer de forma personal y por vía telefónica, consideran una alianza más aberrante que la que conformaron PAN y PRD; como en esos partidos, ello contribuiría al enojo y consecuente abandono de muchos priistas que siguen considerando a su partido como heredero de la Revolución Mexicana.

 

             En realidad PRI y PAN han sido los dos partidos históricos que con diversos nombres han representado siempre a las dos corrientes ideológicas que han existido en este país desde sus inicios.

 

            Los antecedentes del PRI y el PAN se remontan a la lucha por la independencia nacional. El primero, representado por la corriente independentista y el segundo por la corriente realista, proclive a seguir dependiendo de España, pero con derechos para los criollos, hijos de españoles nacidos en este país.

 

           Más tarde, en la lucha por la Reforma de don Benito Juárez, el antecedente del PRI lo fue el Partido Liberal Mexicano y el del PAN, el Partido Conservador, que fue derrotado, y sus capitanes: Maximiliano de Habsburgo, Miguel Miramón y el general Mejía, fueron fusilados en el cerro de las Campanas de Querétaro.

 

             En la Revolución Mexicana, los conservadores fueron porfiristas y al final de la lucha armada se reagruparon en torno al Partido Acción Nacional, fundado por Manuel Gómez Morín, uno de los hombres más brillantes, junto con Vicente Lombardo Toledano, del siglo XX mexicano. Su objetivo era oponerse enérgicamente al gobierno cardenista, que llegó al poder a través del partido que surgió de la revolución de 1910 y que transformó al país poniendo las bases para su desarrollo en educación, salud, política social, justicia para los campesinos y los obreros, etc.

 

            PRI y PAN siempre han sido adversarios políticos. Representan a diferentes sectores de la población: el PRI fue representante de los obreros, de los campesinos y de las clases medias populares y el PAN fue representante de las clases acomodadas y del clero católico, que incluso combatió a la Revolución en los años 20, en la llamada ‘Guerra Cristera’, realizada principalmente en las entidades de la zona conocida como el Bajío.

 

            Ambos partidos eran ideológicamente irreconciliables, pues representaban a sectores antagónicos de la población.

 

             Hay más coincidencias entre el PRI y el PRD o el PRI y Morena, que entre el PRI y el PAN.

 

              La confusión que ahora existe entre esos partidos, a los que incluso se les llama ‘PRIAN’, fue originada por la llegada del neoliberalismo con el priista Carlos Salinas de Gortari.

 

              Para que Salinas lograra la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, hubo exigencias por parte de los ‘gringos’, a fin de que México fuera un país democrático y bipartidista y que su sistema judicial fuera semejante al estadounidense, es decir, mediante juicios orales. Eso no lo digo yo, lo dijo Bernardo Bátiz hace algunos años en una conferencia que dio en un salón de la Casa de Los Muñecos, en el Centro Histórico, sobre los juicios orales. Y Bernardo Bátiz sabe de lo que habla. Ha sido secretario general del PAN, diputado federal por ese mismo partido y luego de renunciar al instituto conservador por diferencias con su dirigencia, se afilió al PRD. Fue procurador de Justicia en tiempos de Andrés Manuel López Obrador como jefe de gobierno del Distrito Federal.

 

             El gobierno salinista fracasó en eso del bipartidismo, pues no pudo excluir a la izquierda, fuerza política que llegó para quedarse en los inicios del siglo XX, cuyo antecedente fue el Partido Comunista Mexicano, que durante muchos años fue clandestino.

 

             El mismo Salinas promovió el fortalecimiento del PAN. Le dio posiciones importantes, entre ellas algunas gubernaturas y presidencias municipales mediante acuerdos en lo ‘oscurito’.

 

              Había una estrecha relación entre el entonces presidente y Diego Fernández de Cevallos, a quien los priistas llamaban ‘La Ardillaporque no salía de Los Pinos, en fin.

 

               Su sucesor, Ernesto Zedillo, le entregó el poder al PAN y el primer presidente de la República surgido de ese partido fue Vicente Fox.

 

               Le siguió Felipe Calderón y en los 12 años de gobiernos panistas México retrocedió en lo económico (hubo un periodo durante el gobierno calderonista en que nuestro crecimiento, que empezó a bajar con Fox, llegó a ser inferior al de Haití), en lo político (los partidos entraron en inacabables luchas internas) y en lo social, al aumentar el número de pobres y de pobres extremos, al decaer la educación y los servicios de salud.

 

                ¿Qué podrá aportar una alianza PRI-PAN? Ambos partidos están quebrados política y económicamente. Por algo será.

 

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