Según algunos políticos amigos nuestros, desde antes, pero ahora con mayor entusiasmo, los mexicanos estamos cayendo en la politiquería, es decir, en la nefasta práctica del chisme político.
El ex gobernador del estado Rafael Moreno Valle dejó sorprendidos a los que vieron la entrevista televisiva que se le hizo en la capital del país, a raíz de que no logró la coordinación de la fracción panista del Senado de la República por las maniobras del grupo de Ricardo Anaya, que parece controlar todo en el PAN.
La caída del PRI, después de casi 80 años de haber ejercido el poder absoluto en este país, tiempo en el que gobernó desde la más humilde presidencia auxiliar hasta la Presidencia de la República, no se debió a una sola causa, fue, como dijeran los clásicos, “multifactorial”.
La estrepitosa derrota que el PRI sufrió el pasado primero de julio no se parece en nada a las derrotas del 2000 y 2006 (con los panistas Fox y Calderón). Ésta del 2018, además de aplastante, significa el cambio del sistema priista que se quedó con una mínima representación en la Cámara de Senadores, sólo 14 de 120 y en la Cámara de Diputados con 44 o 45 de 500.
Todos los partidos políticos de México están en crisis y dicha situación es provocada por la falta de liderazgos. Sólo Morena tiene líder, pero es uno solo. No hay otro líder nacional y no hay líderes regionales.
Todo parece indicar que los priistas no se han dado cuenta que han quedado fuera del poder en México y que si continúan, como ya lo están, divididos, confrontados entre sí e ignorando su situación real, tendrán que pasar varias generaciones de políticos para que ellos vuelvan a recobrar su fuerza.
Nadie puede negar que el comportamiento del gobernador Antonio Gali Fayad durante el proceso electoral pasado fue discreto y respetuoso. Ningún partido político puede acusarlo de haber intervenido a favor o en contra de algún partido político o candidato. Dejó que los partidos y aspirantes, por un lado y que las autoridades electorales, por el otro, realizaran su trabajo.
La afirmación del dirigente estatal de Morena, Gabriel Biestro, en el sentido de que la presidenta municipal electa del municipio de Puebla, Claudia Rivera, no debe entrevistarse con el gobernador Antonio Gali porque eso podría ser aprovechado para convalidar el fraude electoral no puede ser tomada en serio, por la sencilla razón de que un fraude electoral sólo puede convalidarlo una autoridad electoral y el señor Gali no es autoridad electoral.
Aunque nunca ha sido oficial el cargo de ‘primera dama’, desde 1917 se empezó a dar ese trato, en forma extraoficial, a las esposas de los presidentes de la República y por extensión a las de los gobernadores.
Nos reportan un “agarrón” de padre y señor mío, entre el presidente municipal electo de Tehuacán, Felipe Catjeme, de Morena y quien fue el candidato de ese mismo partido a la gubernatura del estado, Miguel Barbosa Huerta.
El colega Mauro González Rivera y este columnista le hicimos esa pregunta a nuestro común amigo José Luis Trejo Márquez, poblano que fungió como delegado del Comité Nacional de la CNC en el estado de Guerrero.
Con 22 de los 41 diputados que conforman el Congreso local, la coalición Juntos Haremos Historia que encabeza Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, hace mayoría.
La propuesta hecha por organizaciones no gubernamentales e intelectuales de México y Puebla, para resolver el asunto de la elección de gobernador, ha recibido elogios y aceptación de muchos poblanos interrogados al respecto.
La dirigente nacional del partido Morena, Yeidckol Polevnsky, declaró en forma contundente que su partido luchará para revertir el fraude electoral que, según dijo, se cometió en Puebla en lo referente a la elección de gobernador del estado. Morena afirma que el triunfo fue de Miguel Barbosa, su candidato, y no de Martha Erika Alonso, de la alianza Por Puebla al Frente.
El Partido Movimiento Regeneración Nacional presentará, en el plazo de 72 horas que establece la ley, las impugnaciones a los resultados que se dieron en la elección de gobernador del estado y de presidentes de algunos municipios. El candidato declarado perdedor de la contienda para la gubernatura, Luis Miguel Barbosa Huerta, la dirigente nacional de Morena y el candidato a la presidencia municipal de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, informaron lo anterior. Dijeron que lucharán hasta lo último, de acuerdo con la ley, sin recurrir a manifestaciones o hechos de violencia.
“Triunfó la verdad sobre la violencia y la mentira de otros partidos políticos”, dijo Martha Erika Alonso al hacer uso de la palabra luego de recibir su constancia de mayoría, que la convierte en la primera gobernadora de la historia de Puebla al obtener la mayoría de votos, según declaración oficial del Instituto Estatal Electoral.