Disfrazada de pensión de autos operó clandestinamente durante más de un año la bodega en la que ‘huachigaseros’ cavaban un túnel conectado a los ductos de Pemex, donde la tarde del pasado jueves tres de ellos perdieron la vida mientras ‘ordeñaban’ gas.
El inmueble se ubica en la avenida Hombres Ilustres de la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán perteneciente al municipio de Coronango, y se trata del mismo lugar donde hace tres años, en la administración de Hermelinda Macoto Chapuli, se encontraron varios tractocamiones con reporte de robo.
Actualmente el inmueble permanece custodiado por elementos de la Policía Municipal, a diferencia de hace tres años que el edificio no fue resguardado.
Bodega maldita
A decir de los vecinos que pidieron el anonimato, el inmueble es propiedad de un joven de nombre Erick, hijo del prestamista Maurilio Cuevas, quien murió junto con su esposa hace 10 años en ese lugar.
Los vecinos señalan que después de que los finados estafaran a decenas de pobladores con el engaño de que harían inversiones y les darían ‘jugosas’ ganancias, jamás se supo de ellos hasta que supuestamente se les encontró sin vida al interior de la bodega.
Para los pobladores se trata de una ‘bodega maldita’, que no pudo ser rentada para una actividad legal, por lo que el propietario habría accedido a rentársela a los grupos delictivos de la zona.
Mueren huachigaseros
La tarde del pasado jueves vecinos reportaron un fuerte olor a gas, por lo que los uniformados municipales, estatales y federales se apostaron en el lugar, en cuyo interior descubrieron un túnel conectado a los ductos de Pemex.
Asimismo, cuatro de sus cómplices fueron detenidos y llevados a la comandancia de la Policía Municipal de Coronango, donde fueron identificados como Perfecto B de 35 años, Jorge C de 32 años, Julio César S de 28 años, y Alejandro B de 32 años,
Hay que mencionar que Julio César es de Villa Frontera, mientras que los tres restantes son vecinos de Amozoc.
Carlos Rodríguez / Coronango
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