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Jueves, 28 Junio 2018 03:06

2018: A punto de romperse con 30 años de gobiernos neoliberales

2018: A punto de romperse con 30 años de gobiernos neoliberales Escrito Por :   Javier Arellano Ramírez

La dimensión de esta jornada va más allá de un mero proceso electoral. Durante los últimos 30 años México fue gobernado por las premisas y las tesis del neoliberalismo. Esto tuvo sus inicios en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, continuó con Ernesto Zedillo; cambió de color con las fallidas administraciones panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. Pero regresó en una versión salvaje y descarnada del priismo con Peña Nieto: el sueño húmedo del mismo Salinas.


 

Sin embargo si se observa esta breve retrospectiva histórica podemos encontrar un hilo conductor, un factor permanente, un lugar común: todos esos gobiernos fueron profundamente incapaces de hilvanar una política social; jamás se interesaron en ofrecer un enfoque adecuado a las grandes demandas nacionales y esto los convirtió en los más impopulares de la historia contemporánea.

 

Si bien es cierto que el neoliberalismo es una doctrina que somete y oprime a los grandes sectores para privilegiar la economía y las finanzas de los grandes poderes globales, en algunos momentos esa tesis tuvo su faceta social.

 

Y fue precisamente Carlos Salinas quien creó el gran paliativo: los programas destinados a los grandes conglomerados sociales. Esto siempre tuvo la clara intención de maquillar y suavizar los efectos del neoliberalismo salvaje. Pero por algunos breves años funcionó.

 

Fue Salinas quien creó el llamado ‘Programa Nacional de Solidaridad’, que desembocó en la construcción de la Secretaría de Desarrollo Social. Esto representaba la alta encomienda de tejer un sistema de finanzas públicas que condujera una bolsa gigante de recursos destinados a programas sociales.

 

Durante ese sexenio el enfoque social aunado a un gigantesco aparato propagandístico dio magníficos resultados a Salinas. No debe olvidarse que el entonces mandatario tenía los más altos índices de popularidad a la mitad de su gobierno.

 

Pero luego vendría la catástrofe: el levantamiento armado en Chiapas; la crítica intelectual de Marcos y las armas contra aquella política neoliberal. El mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio los rebeldes indígenas de una de las regiones más pobres del país se levantaban.

 

Pero la gran crisis del salinismo, la que lo habría de estigmatizar ante la historia, ocurrió en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana. El imaginario colectivo culpó al presidente del asesinato de Luis Donaldo Colosio, de la misma manera que lo hizo 20 años después con Enrique Peña Nieto por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

 

Como si fuera una premonición, un augurio fatídico, desde entonces y como hasta ahora, el neoliberalismo lleva las manos manchadas de sangre.  

 

Toda la labor de construir una política social que equilibrara los efectos de las privatizaciones y el desmantelamiento del país, quedaba en el olvido.

 

Durante los últimos 30 años hemos visto los tropiezos, los desaciertos, las pifias de una generación de presidentes neoliberales que -con mayor o menor malabarismo-, trataron de someter al país a las premisas de su doctrina.

 

El desgaste y el costo social de 30 años de neoliberalismo es descomunal, inmedible, incuantificable. La economía nacional está prendida con alfileres; la gobernabilidad es inexistente; la seguridad nacional colapsada.

 

La nación vive una catástrofe humanitaria sin parangón: el Holocausto Mexicano.

 

El gran impulsor, la catapulta que proyecta a López Obrador es precisamente el desastre que dejaron esos 30 años de políticas neoliberales. Y de manera particular los últimos años encabezados por el peñismo que colocaron al país en la condición de un Estado fallido.

 

El gran impulsor de Andrés Manuel es el desgobierno de Peña.

 

Todo eso está a punto de cambiar en unas horas. Por primera vez un mexicano nacionalista, ajeno a las premisas dictadas desde Washington está  a punto de llegar a la presidencia de la República.

 

Nos leemos la próxima donde probable, muy probablemente presenciemos el amanecer de un nuevo México.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. sin mx.

 

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