Viernes, 26 de Abril del 2024
Indicador Político

El refugio apresurado del disidente venezolano Leopoldo López y su esposa activista Lilian Tintori en la embajada de Chile y luego España fue el primer aviso de que el golpe de Estado militar de Juan Guaidó había perdido. Los alzados tuvieron seis horas estratégicas para ponerse por encima del presidente Maduro, pero Guaidó no logró el apoyo masivo del ejército.

En materia de política de seguridad rumbo a la fase final operativa con las leyes secundarias sobre la Guardia Nacional, hay cuando menos cuatro datos que deben atenderse:

La crisis de seguridad en Veracruz, la respuesta presidencial y la comparecencia del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en el Senado el jueves 25 pasado mostraron los indicios de una percepción contradictoria: la estrategia lopezobradorista de seguridad no fracasará, pero tampoco dará los resultados esperados.

La diferencia entre las autoridades y los delincuentes no tiene que ver con la dialéctica de buenos/malos, sino con el método de dominación o de ejercicio del poder como mecanismo para controlar a los otros.

Sin el apoyo de su secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, de su secretario de la Defensa Nacional, de su secretario de Marina, de su fiscal general de la Nación, de su jefe del Centro Nacional de Inteligencia, de su jefe de la Guardia Nacional y del gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, el presidente López Obrador apareció solitario el lunes 22 para encarar tres días de ‘tuitazos’ adversos como nunca y se ‘enganchó’ en un debate público para ‘presidencializar’ una crisis municipal de seguridad pública.

Cuando Fernando Gutiérrez Barrios salió electo gobernador de Veracruz a mediados de 1986, dedicó sus 150 días de espera para la toma de posesión a revisar dos temas vitales: recursos presupuestales para arrancar con obras y, por su formación en el área de seguridad del Estado, un mapa estratégico de la delincuencia en el estado.

Las matanzas en Guanajuato, Morelos y Veracruz no pueden responsabilizar al sexenio anterior, sino que fueron producto de una desordenada Estrategia Nacional de Seguridad Pública (ENSP) del nuevo gobierno. Toda la atención se ha centrado en la organización de la Guardia Nacional, sin que se vea algo concreto en uno de los ejes de la estrategia: la creación del Sistema Nacional de Inteligencia.

El debate en torno a si la economía va a crecer 2 por ciento o 4 por ciento es, en realidad, insustancial. El punto más importante radica en dos realidades:

Las contradicciones entre los dichos de secretarios del despacho presidencial y el presidente de la República responden a un estilo personal de gobernar del presidente López Obrador: la centralización de decisiones. La justificación es sencilla: sólo así se tendría eficacia en una administración pública que parece un hipopótamo.

A diferencia de la crisis de 1988 cuando se derrumbó su voto y las derrotas del 2000 y del 2006, el escenario que se le plantea al PRI hoy tiene sólo tres pistas:

La crisis del sistema educativo del Estado ha respondido a una disputa por el poder del sindicato de maestros y al papel de la educación como aparato ideológico del Estado para educar a los niños en el pensamiento priista y ahora morenista.

La crisis de los maestros de la 22 y la SNTE no tiene solución en tanto no se asuma el origen de los problemas: el cacicazgo político personal de la maestra Elba Esther Gordillo, construido con la anuencia del presidente Carlos Salinas de Gortari en 1989-1992, golpeado por el presidente Peña Nieto al encarcelar a la lideresa en 2013 y ahora rediviva por decisión del presidente López Obrador.

Aunque cueste reconocerlo, la crisis en la aprobación legislativa de la reforma educativa del gobierno de López Obrador está provocada porque los maestros de la Sección 22 de maestros tienen la razón.

La actual lucha política y de masas de la Sección 22 de maestros de Oaxaca contra la reforma educativa de López Obrador se puede resumir en un dato: la elevación a nivel nacional de la Minuta de control sindical de la educación en Oaxaca firmada por el gobernador oaxaqueño priista Heladio Ramírez López, el 28 de octubre de 1992.

En el tema de las caravanas centroamericanas ni Trump ni López Obrador quieren cargar con el efecto redes. Por eso dan la apariencia de un teléfono descompuesto en el que en público uno niega lo que acordó con el otro; México va a parar las caravanas y Trump no va a cerrar la frontera.

Como la política también se hace en los rebotes, un amparo local en Colima contra la designación de magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa puede modificar las reglas de designación de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

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