Hasta el más despistado tiene un comentario en torno a los acontecimientos. No hay desperdicio, cada quien dio rienda suelta a sus opiniones.

 

Sobre todo cuando trascendió el contenido del tweet del  magistrado José Luis Vargas la noche del domingo.

 

Y en medio de una cascada de opiniones de conocedores, aficionados, “sabios”  y observadores, encuentro el comentario oportuno y centrado del académico Enrique Cárdenas Sánchez que escribió en su cuenta…

 

 “Al margen del sentido de la propuesta de decisión, circular un proyecto que aún no ha sido aprobado por el pleno, no es un acto de transparencia ni de justicia abierta, sino un acto de chantaje a los demás magistrados y puede restarle imparcialidad a la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”.

 

Cárdenas Sánchez sacudiéndose simpatías y antipatías en su corto mensaje hace un oportuno análisis sobre lo publicado por el magistrado Vargas y las implicaciones que puede tener.

 

En política hay que tener presente que nunca está dicho y decidido todo, las circunstancias son las que definen, por lo que la pregunta es ¿qué persigue el magistrado?

 

 La decisión del voto de los otros seis magistrados está pendiente y ésta misma semana la conoceremos antes de las fiestas guadalupanas y de cargar a los peregrinos.

 

La pregunta es ¿cuántas horas o días esperaremos?

 

¿Cómo se acatará el fallo final?

 

Definitivamente el perdedor o la perdedora de la jornada no recibirán el fallo final de brazos cruzados.

 

¿A qué etapa entraremos?

 

En este juego lo que debe ocuparnos es la estabilidad de Puebla, de los poblanos, el empleo, los proyectos de crecimiento pendientes.

 

Y en un análisis general, lo preocupante es que mientras hay decisiones, Puebla aún dentro de la cuarta transformación se sigue descomponiendo y acumulando rezagos que van desde los temas de la inseguridad que sorteamos, el deterioro urbano con calles sucias, zonas ajardinadas abandonadas, baches cada vez más grandes, alumbrado deficiente, al igual que la  red de semáforos de toda la ciudad.

 

Si bien muchos de estos servicios compromete a la interacción de la sociedad; también hay que tener en cuenta que los problemas nos han rebasado a todos, y hay que admitir que entre todos tenemos una responsabilidad y compromiso para que las cosas marchen mejor.