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Viernes, 08 Junio 2018 02:47

Ricky Riquín Canallín, en paz descanse

Ricky Riquín Canallín, en paz descanse Escrito Por :   Arturo Rueda

Según esta versión, Peña Nieto decidió que ‘Canallín’ no debía ser presidente, y eso levantó todos los obstáculos que el aparato oficial pudo haberle puesto a López Obrador. ¿Significa eso que hay un pacto entre ambos, que incluye la demolición de lo que queda del PRI que puede llevar al partido de la Revolución a la extinción? En absoluto. Pero la versión es maliciosa y daña a todos, a Peña y a López Obrador


 

Ricardo Anaya, a través de Jorge Castañeda, rompió la liga con Enrique Peña Nieto con la entrevista en El Universal, en la que el coordinador estratégico de la campaña del Frente afirmó la existencia de un pacto de impunidad entre el presidente y López Obrador, un acuerdo entre el mexiquense y el tabasqueño para cederle el poder a cambio de tranquilidad futura.

 

La respuesta es violentísima: un video impulsado con turbo por el gobierno federal para acabarlo de crucificar, donde el hermano de Barreiro confirma cómo operó el esquema de enriquecimiento ilícito, además financian su campaña.

 

Algo ya había adelantado Hiriart en El Financiero al señalar que Anaya cometió un error táctico con Castañeda, pues si como analista era brillante, como estratega era tóxico, pues de él provenía la estrategia de ruptura con Peña Nieto que a la postre impidió que el eje ‘PRIAN’ se realineará con una candidatura en vez de dividirse en esa pelea eterna por el segundo lugar.

 

En su visita a la Ibero ampliamente publicitada, Anaya retomó el discurso de meter a la cárcel a Peña que había dejado de repetir hace un mes. Luego ladró Castañeda en El Universal y se pautó un spot del pacto de impunidad entre el mexiquense y López Obrador. Fue demasiado.

 

El error de Anaya no fue Jorge Castañeda, sino pasar por alto que el presidente, derrotado y arrinconado, sigue siendo el presidente. Tiene el control del aparato del poder, de la procuración de justicia y del dominio sobre los medios de comunicación. El queretano fue demasiado audaz y la liga se rompió.

 

Hace más de un año, Peña Nieto le confió a un poblano uno de sus más grandes secretos de estrategia política: no te concentres en quién quieres que sea, sino en quien NO quieres que sea. A lo largo del sexenio siempre se pensó que López Obrador era visto como una aberración, intransitable. Pero quizá resultó cierto que después de las traiciones de ‘Ricky Riquín Canallín’ en Edomex y Coahuila en 2017, el mexiquense llegó a la conclusión de que el tabasqueño era menos nocivo para su futuro que el entonces líder del PAN, a quien la traición acompaña en su biografía.

 

Según esta versión, Peña Nieto decidió que ‘Canallín’ no debía ser presidente, y eso levantó todos los obstáculos que el aparato oficial pudo haberle puesto a López Obrador. ¿Significa eso que hay un pacto entre ambos, que incluye la demolición de lo que queda del PRI que puede llevar al partido de la Revolución a la extinción?

 

En absoluto. Pero la versión es maliciosa y daña a todos, a Peña y a López Obrador. Al primero lo coloca como un traidor al PRI, acomodado en la derrota de su partido. Al segundo, como un negociador con la ‘mafia del poder’, un farsante que levantó un discurso insostenible en la realidad política. Daña, sobre todo, lo que parece una transición diplomática: nada hizo Peña para que AMLO ganara, éste no le pidió nada al otro. Le ganó en 2012, pero pueden transitar en 2018.

 

A Anaya le ganó lo canalla. Al propagar la versión del pacto de la impunidad pretendía erigirse como el único candidato antisistema para las tres semanas restantes de campaña para abrirse un camino a Los Pinos.  Tras la visita a la Ibero, sintió que su candidatura tenía un nuevo impulso. Esa temeridad lo llevó a desafiar al presidente de la República, amenazarlo, arrinconarlo, sin pensar que la fiera podía tirarle una tarascada.

 

López Obrador no puede estar más conforme, pues la ofensiva contra el ‘Canallín’ —el video subido a YouTube dice la primera parte— lo acerca más a la meta histórica de los 30 millones de votos. El tabasqueño confirmó el cálculo que hizo hace apenas un par de días en este espacio al terminar su mitin en el abarrotado Zócalo de Chilpancingo.

 

El video del hermano de Barreiro mató al ‘Canallín’, y los votantes que rechazan a López Obrador y lo habían perfilado como segundo lugar, por lo que promovían para él voto útil, se han quedado sin opción, pues no hay forma de que un lavador de dinero llegue a la Presidencia de la República. Así de simple.

 

Pero el futuro más ominoso para Anaya que el primer acuerdo entre el presidente electo y el saliente sea meter a la cárcel al candidato del Frente, una vez que las elecciones se hayan terminado, pues ‘Canallín’ perderá su escudo y la PGR podrá proceder por lo que es un clarísimo caso de corrupción y lavado de dinero. Entonces, las tres facciones restantes del PAN irán a la disputa del CEN.

 

¿Cuáles son esas facciones? El gobernador Javier Corral, Yunes y Moreno Valle, pero de estos dos últimos dependerá el resultado de sus gubernaturas, aunque el ex gobernador es el único con ‘chamba’ asegurada gracias a su senaduría plurinominal.

 

‘Canallín’ está muerto. Descansa en paz.

 

 

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