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Lunes, 23 Abril 2018 03:37

Le dieron 57 balazos a López Obrador y ninguno le pegó

Le dieron 57 balazos a López Obrador y ninguno le pegó Escrito Por :   Arturo Rueda

¿Y qué decir del profesor Meade? Pues eso: que el ‘gallo’ tricolor es incapaz de sacudirse su tonito de profe del ITAM, bien estructurado pero carente totalmente de registro emocional y de liderazgo. Quemó su última bala y Anaya le ‘tumbó los dientes’ de forma clara cuando lo conminó a responder de su auténtico 7de7


El guion del primer debate presidencial se cumplió puntualmente sin sorpresas. López Obrador, puntero dominante en las encuestas, fue absoluto protagonista al grado de que, durante la primera hora de la polémica, los otros cuatro candidatos dispararon incesantemente hasta que empezaron a ‘morderse la cola’ entre ellos. Lo increíble es que salió vivo de esa encerrona de 4 vs 1, sin daños mayores perceptibles. Lo atacaron en montón y ni así pudieron.

 

La diferencia en las encuestas se tradujo en protagonismo en la polémica. El nombre de Andrés Manuel López Obrador fue pronunciado 57 ocasiones, 21 de ellas en el primer segmento, cuando todos se lanzaron en tropel y casi de forma atropellada. 57 balas le dispararon en dos horas. Su porcentaje de menciones, comparado con los otros candidatos presidenciales, es de 4 a 1.

 

Ricardo Anaya fue aludido en 16 ocasiones, es decir, 300 por ciento menos que el candidato presidencial de Morena. Luego, Meade fue señalado en 14 ocasiones, casi empate técnico con el queretano. Posicionados en el debate igualito que en las encuestas de la vida real.

 

Y como en esas encuestas, no hubo un claro vencedor del debate para colocarse como el segundo definitivo en la puja. Anaya y Meade trabajaron bien al tabasqueño durante la primera hora, hasta que se acordaron que ninguno de ellos tiene firme el segundo lugar y dieron inicio a la guerra fratricida del ‘PRIAN’. López sonrió aliviado.

 

El formato de intervenciones cortas diseñado por el INE, aunque dotó de mayor contenido al debate presidencial respecto de ejercicios anteriores, era contrario al estilo lento del tabasqueño, y favorecedor al estilo conciso y de remates en el que luce Ricardo Anaya. En eso tuvo ventaja el queretano, quien además exhibió preparación frente a López que prefirió confiarse en el estilo que enamora a las masas en sus mítines.

 

Pero un debate televisado, con rivales a los lados y enfrente, no es lo mismo que la arenga del mitin. Por ello, quizá las intervenciones del tabasqueño fueron justas, un poco acartonadas al carecer de pueblo aplaudidor y sin esa chispa de humor que ha exhibido López Obrador en esta campaña presidencial a diferencia de las otras dos anteriores.

 

El humor involuntario lo puso Jaime Rodríguez con su propuesta de cortarle las manos a los ladrones. Eso que suena a una balandronada, proviniendo de un gobernador con licencia y candidato presidencial, es un sinsentido, una ocurrencia que choca con el más básico garantismo penal, además de atentar directamente contra la Constitución que prohíbe las penas corporales y las inusitadas.

 

Ese simple dicho merecería que ‘El Bronco’ fuera expulsado de la contienda, incluso del sistema democrático. Pero ese populismo de derechas combina bien con todos aquellos lastimados por la delincuencia que le echan la culpa al Nuevo Sistema de Justicia Penal y prefieren tomar la justicia en propio mano. Si no, que lo digan las víctimas de por lo menos una veintena de linchamientos en Puebla.

 

Margarita da pena ajena. Obligada a cargar con el peso muerto de Felipe Calderón, fue desnudada por una oratoria pésima, resultado de una dicción terrible, pues la esposa del ex presidente es incapaz de hablar de corrido sin lastimar al correcto español. Su rostro contrahecho cuando la periodista Azucena Uresti la cuestionó por si su hijo fuera homosexual, lo dijo todo.

 

¿Y qué decir del profesor Meade? Pues eso: que el ‘gallo tricolor’ es incapaz de sacudirse su tonito de profe del ITAM, bien estructurado pero carente totalmente de registro emocional y de liderazgo. Quemó su última bala y Anaya le ‘tumbó los dientes’ de forma clara cuando lo conminó a responder de su auténtico 7de 7.

 

“Yo le quiero dejar de tarea una 7de7 a Meade: primero, Odebrecht; dos, el socavón; tres, la estafa maestra; cuatro, César Duarte; cinco, Javier Duarte; seis, Roberto Borge; y miren, aquí está con su amigo el ex gobernador César Duarte, por cierto, hoy prófugo de la acción de la justicia, esta es la 7de7, la pregunta es ¿de qué tamaño fue la rebanada del pastel que te tocó?", dijo mientras mostraba una foto de Meade junto al exmandatario de Chihuahua partiendo un pastel.

 

Total, 57 balas le dispararon los cuatro candidatos presidenciales al tabasqueño. Ninguna le pegó, aunque dos de ellas lo hayan rozado. López Obrador sin daños visibles al navío; Anaya como contendiente, Meade en estado vegetativo y los insustanciales Margarita y ‘Bronco’. Mi resumen de debate.

 

 

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