Viernes, 26 de Abril del 2024
Indicador Político

El golazo metido por el gobierno de los EEUU al negociador del Tratado de Comercio Libre 2.0 Jesús Seade en materia de supervisión laboral estadunidense tiene dos lecturas: una productiva y otra política:

El caso de Genaro García Luna –de comprobarse los cargos fincados por la fiscalía estadounidense– traería al debate mexicano la falta de controles de confianza del Estado sobre los altos funcionarios responsables de seguridad. Entre muchos otros, se debe recordar cuando menos cinco casos concretos:

Aunque en el mundo del crimen organizado poquito es mucho, los EEUU tendrían que dar aún muchas explicaciones sobre el reo que vivió años en Miami. El sistema de inteligencia le dio a Genaro García Luna como funcionario de seguridad información privilegiada de inteligencia de muchas oficinas del ramo: Pentágono, Seguridad Interna, CIA, FBI, DEA, Secretaría de Justicia, agencia de inteligencia militar, Agencia de Seguridad Nacional.

El juicio contra el ahora colaboracionista Joaquín El Chapo Guzmán Loera en una corte de Brooklyn ha comenzado a salpicar señalamientos sin tener en la mano las pruebas contundentes de responsabilidades. Al momento del arresto del ex secretario de Seguridad Genaro García Luna, sólo se hablaba de declaraciones confusas sobre varios o “decenas” de millones de dólares de sobornos.

A partir del criterio de que no había posibilidad aún remota de que la estrategia mexicana contra los cárteles transnacionales pudiera moverse en espacios mínimos de autonomía, la visita del fiscal estadunidense William Barr fijó los tres puntos de dominación estadunidense: la fuerza, el consumo de droga y los intereses hegemónicos.

A la memoria de los muy queridos Concha y Juan Ortiz Martínez

El gobierno del presidente Barack Obama delineó una variante de la estrategia imperial de seguridad nacional de los EEUU: enfocar el problema de las drogas no del lado de la demanda, sino del lado de la oferta. Es decir, culpar a los productores y traficantes del consumo interno.

Además de que sigue siendo dominado por las pasiones de su estilo atrabancado de negociar y sabedor de que otros jefes de gobierno y de Estado lo tachan de jocker, el presidente Donald Trump tiene una agenda oculta amplia en sus negociaciones con México que se reduce a un punto: refrendar la permanencia del nuevo gobierno mexicano bajo el paraguas de seguridad nacional imperial de Washington.

Antes de decidir la caracterización de terroristas para los cárteles mexicanos del narcotráfico que operan con impunidad dentro de los EEUU, el presidente Trump debe redefinir su enfoque de terrorismo porque la Estrategia Nacional Contraterrorista de octubre de 2018 sólo contempla como terroristas a los grupos islámicos radicales que quieren venganza por los daños de la política exterior imperial de la Casa Blanca en el Medio Oriente.

Desde que Obama abandonó la guerra antiterrorista islámica en el Medio Oriente, los temores de la comunidad de servicios de inteligencia, seguridad nacional y antiterrorismo de los EEUU están dominados por el miedo a que el terrorismo regrese a tierras estadunidenses.

La amenaza del presidente Donald Trump de caracterizar a los cárteles mexicanos del narco –se supone que todos– como terroristas tendría un efecto adverso dentro del territorio estadounidense que sólo se pudiera prever como un infierno violento y criminal.

Aún si el presidente Donald Trump declarara terroristas a cárteles mexicanos, la operatividad de esa medida sería… inoperativa, porque tendría que pasar por una serie de filtros muy estrictos y porque esa decisión implicaría la movilización de tropas militares sobre otro país amigo y vecino.

El primer año de gobierno del presidente López Obrador es diferente al de sexenios anteriores… porque es igual. A pesar del discurso reiterado de una Cuarta Transformación (4T), la vida nacional se sigue ciñendo al modelo del sistema político/régimen de gobierno/Estado constitucional construido por diferentes grupos en el periodo de la Revolución Mexicana.

Sobre aviso no hay engaño. A mediados de junio pasado, el presidente Trump aprobó una declaración oficial para colocar a México como una preocupación de seguridad nacional de los EEUU en materia de narco y cárteles, y amenazó con descertificarlo si no combatía en serio a los cárteles del narco.

A pesar de que existe una corriente internacional que quiere desdeñar su significado, el Producto Interno Bruto (PIB) o Producto Nacional Bruto (PNB) es de manera simple la suma de los bienes y servicios producidos cada trimestre o año por una economía. Es decir: la riqueza producida.

Pocos recuerdan que el Instituto Nacional Electoral fue una condición externa al presidente Salinas de Gortari para avalar la globalización económica y para tratar de borrar el fraude de su elección presidencial. Pero la salida no significó una solución, sino el trasladado del control electoral del ejecutivo priísta al ejecutivo del partido que ganara las elecciones y la mayoría legislativa.

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