Viernes, 26 de Abril del 2024
Indicador Político

Cuando desapareció del horizonte político el caudillo Obregón y el propio Elías Calles supo que no tenía los tamaños para hacerse cargo del proyecto revolucionario, el partido fue la salida que cohesionó la parte fundamental del proyecto revolucionario: mantener el poder más allá de las personas.

Después de arreglos cupulares en Palacio Nacional, el rector Enrique Graue Wiechers parece enfilarse hacia la reelección desde antes de iniciado formalmente el proceso. Su tesis es muy simple: hacer otros cuatro años lo que hizo en su primer periodo: nada.

Aunque no era el momento para hacerlo, el Cártel de Sinaloa de El Chapo-Ismael El Mayo Zambada mandó una respuesta contundente a la estrategia de seguridad pública de “abrazos y no balazos”: el rescate a sangre y fuego de uno de sus capos arrestado por minutos y la exhibición de una capacidad de fuerza y tácticas que doblegaron a las fuerzas federales de seguridad.

La crisis de seguridad en Culiacán está poniendo a revisión toda la estrategia de seguridad del gobierno de López Obrador. Lo interesante de una vertiente de la crítica radica en el hecho de que hay voces que reconocen los planteamientos, pero cuestionan la operatividad.

La aprobación a posteriori del operativo frustrado para arrestar y deportar a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera que menor jerarquía operativa tenía dentro del Cártel de Sinaloa, dejó la sensación de un regreso al modelo de Calderón y Peña Nieto: descabezar a las organizaciones criminales sin tocar sus estructuras de poder.

Jueves, 24 Octubre 2019 02:24

Culiacán: crisis de Estado

La crisis de violencia en Culiacán centró de manera severa la estrategia de seguridad del gobierno actual en los parámetros de la realidad real y no de la realidad virtual. Y puso la estrategia de seguridad pública pacificadora del presidente López Obrador ante la necesidad de un replanteamiento estratégico: para llegar a la paz hay que pasar antes por la guerra.

Enfriados los ánimos sobre lo ocurrido en Culiacán el 17 y 18 de octubre, cuando menos hay tres puntos a analizar:

La decisión inexplicable de ejercer una orden de aprehensión con fines de extradición de un jefe del Cártel de El Chapo hizo añicos la estrategia de seguridad del gobierno del presidente López Obrador de buscar el camino de la pacificación a partir del repliegue del Estado en la persecución de capos y cárteles.

A lo largo del año y medio en que la figura de López Obrador se consolidó como candidato en posición ganadora y luego como presidente de la república, el senador Carlos Romero Deschamps y su liderazgo sindical de trabajadores de Pemex fueron sometidos a intensas presiones que adelantaban su desplazamiento político-judicial. Sin embargo, nadie hizo algo para administrar su defenestración.

Arrinconado el priismo por el cochinero de corrupción que dejó el gobierno de Peña Nieto, el PRI se ha convertido en la última llanta salvavidas de los peñistas para salir con vida del hundimiento del PRITanic. El control del mando del partido lo tiene Luis Videgaray Caso y el nuevo presidente Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, no ha podido asumir su papel directivo.

La crisis financiera en las universidades públicas es cierta, las percepciones presidenciales sobre corrupción son mucho más irrefutables y los responsables son tres instancias: los sindicatos que asumen las universidades como empresas productivas, los rectores que nunca se han preocupado por construir un modelo de negocios sociales de la educación superior y la Estafa Maestra de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno de Peña Nieto que abrió el apetito universitario en contratos.

En 1984 surgió el problema de los cárteles del narcotráfico, en 1988 el Estado se desentendió de la seguridad interior, en 1997 comenzó el ciclo sangriento de crímenes por lucha entre bandas delictivas y en 2006 se inició la guerra del Estado contra los delincuentes.

En lo que se ha recibido como un afán por sumarse a la 4T institucional, el ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, dio el salto de la muerte del calderonismo al lopezobradorismo, pero en el camino encueró el funcionamiento interno del máximo tribunal judicial como parte de la estructura de control del sistema político todavía priista.

En un texto provocador publicado en 1985 en la revista Vuelta, “Escenarios sobre el fin del PRI”, el ensayista Gabriel Zaid destacó uno: la aparición de un ayatola contra la corrupción. Pero llegó al poder la oposición que abanderaba la lucha contra la corrupción y las cosas siguieron igual.

Si la caracterización de “jóvenes valientes” aplicada a los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre por su intento de secuestro del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada pareció un desliz imprudente, en realidad estuvo en un escenario más profundo: la reivindicación de la guerrilla armada violenta como parte del surgimiento de la Cuarta Transformación.

Si la caracterización de “jóvenes valientes” aplicada a los guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre por su intento de secuestro del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada pareció un desliz imprudente, en realidad estuvo en un escenario más profundo: la reivindicación de la guerrilla armada violenta como parte del surgimiento de la Cuarta Transformación.

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